Fue una escena surrealista: Whitney Houston había muerto en el hotel Beverly Hilton, y unas horas después, unos pisos más abajo, su vida era celebrada.
El sábado por la noche, Clive Davis — mentor, productor y gran amigo de Houston — le rindió homenaje en su gala previa al Grammy en el mismo hotel donde el cadáver de la cantante era examinado por funcionarios forenses.
Ray Davies y Elvis Costello subieron al escenario a cantar mientras el jefe de la oficina forense del condado de Los Angeles John Kades arribaba al hotel.
Alicia Keys llegó más temprano y abrazó a Davis mientras éste se preparaba para el espectáculo bajo una presión extrema.
Con celebridades que incluyeron a Quincy Jones, Tony Bennett, Dr. Dre, Mary J. Blige y Jennifer Hudson, un sombrío Davis, leyendo de una hoja de papel, dijo: “Estoy pe
Estaba llena de vida, esperando ansiosamente esta noche. Amaba la música y amaba esta noche que celebraba la música”. Houston tenía previsto volver al cine con una nueva versión del clásico “Sparkle”. Tenía 48 años de edad al momento de su muerte.