KATMANDU (AP) — Helicópteros de rescate sobrevolaban el lunes las altas laderas de un pico del norte de Nepal en busca de montañistas perdidos en una avalancha de nieve que mató al menos a nueve de ellos e hirió a otros. Entre los muertos había un español.
Muchos de los alpinistas eran franceses, alemanes e italianos.
El alud de nieve arrasó el domingo con varios alpinistas en un pico del Himalaya en Nepal, matando al menos a nueve, entre ellos un español, dijeron las autoridades. Hay seis desaparecidos y el mal tiempo obstaculiza las labores de búsqueda.
El funcionario de la policía Basanta Bahadur Kuwar dijo que tres helicópteros de rescate reanudaron la búsqueda el lunes por la mañana. Las malas condiciones del tiempo habían forzado a suspender los vuelos el domingo por la tarde. Otros alpinistas y guías estaban buscando también a pie y habían llevado tres cadáveres más al campamento base el lunes, dijo Kuwar.
Los cadáveres de un guía nepalés y un montañista alemán fueron recuperados el domingo en tanto que los pilotos de rescate avistaron otros siete cadáveres en las cuestas del Monte Manaslu, la octava montaña más alta del mundo, en el norte de Nepal, dijo Kuwar.
En Madrid, el ministerio del Exterior de España dijo que uno de los fallecidos era español, pero no dio a conocer su identidad. Las autoridades intentaban verificar la identidad de las otras víctimas fatales.
Otros 10 montañistas sobrevivieron a la avalancha, pero muchos resultaron heridos y estaban siendo trasladados en helicópteros a hospitales, agregó Kuwar. Al momento de la avalancha había equipos italianos, alemanes y franceses en la montaña, con un total de 231 escaladores y guías, pero no todos estaban en el sitio, dijeron las autoridades.
El alud sorprendió a los montañistas en un campamento a 7.000 metros (22.960 pies) cuando se preparaban para dirigirse a la cumbre, de 8.156 metros (26.760 pies) de altura.
La tragedia ocurrió justo cuando inicia la temporada de alpinismo del otoño boreal en Nepal. La temporada de otoño llega justo después del final de las lluvias monzónicas, que hacen impredecibles que las condiciones del tiempo, y no es tan popular entre los montañistas como la temporada de primavera, cuando cientos de escaladores se amontonan en las altas cumbres del Himalaya.
