Azua: una provincia que mantiene su “vuelo económico”

El vuelo o despegue que emprendió la provincia Azua hace 41 años no se ha detenido jamás. Para llegar a esa conclusión razones hay suficientes.

El vuelo o despegue que emprendió la provincia Azua hace 41 años no se ha detenido jamás. Para llegar a esa conclusión razones hay suficientes.En Azua confluyen las actividades agropecuarias y agroindustriales, la pesca, el comercio, la industria propiamente y la voluntad de un pueblo que marcha con optimismo detrás de potenciar su desarrollo. Incluida en el círculo de las provincias con mayor productividad agrícola, en Azua están presentes el tomate industrial, el banano, el plátano y otros rubros de importancia en la dieta alimenticia de los dominicanos y de aquellos que están más allá de las fronteras del país y los importan.

De acuerdo con cifras de “Sembrando Surcos” a través de su estudio “Azua al desnudo”, el valor económico en términos de inversión en el sector productivo azuano supera los RD$1,800 millones en el área bajo influencia de la presa Sabana Yegua. Sembrando Surcos cuando se refiere al tema deja claro que para la actividad económica que se desarrolla el uso de agua es indispensable y que las principales fuentes, entre ellas el río Yaque del Sur, en la zona oeste de Azua; el río Ocoa en la zona este, y río San Juan, así como la cuenca costera formada por Arroyo Barrero y Arroyo Hatillo.

Sembrando Surcos es una organización sin fines de lucros (ONG) con sede en Murcia, España y ramificaciones en varios países latinoamericanos, que promueve prácticas agrícolas amigables al medio ambiente e incrementa las buenas relaciones entre los protagonistas del desarrollo en zonas focalizadas. Entrevistado por elCaribe, el presidente de la Cámara de Comercio y Producción de Azua, Ricardo Vilchez, conocedor de toda la dinámica provincial, asegura que aquí la base económica es la agricultura, sustentada a su vez en los canales de riego. Y los canales de riego están fundamentados en la presa Sabana Yegua. “La presa alimenta una red de canales que irrigan la parte oeste del valle, es decir, que como marcha el canal, así marcha la economía azuana”, sostiene. Y rememora que el pasado año fue de mucha sequía y eso impactó en el comercio. “Eso se ha ido superando en cierta medida y la economía ha repuntado este año”, dice.

De acuerdo con los números que maneja Vilchez, la inversión estatal se ha sentido en la provincia y ha ido, por ejemplo, al mejoramiento de carreteras. “Pero el Estado debe seguir haciendo énfasis en el canal Isura para que la provincia siga desarrollándose”, advierte. En general, están bajo cultivo unas 60 mil tareas, en la zona correspondiente a la carretera Azua-San Juan de la Maguana, en la zona comprendida entre Canoa y Tábara Abajo. Sembrando Surcos calcula que un 60% de ellas son de plátanos, como los que vende convertidos en mangú el Pica Pollo El Edén, ubicado en la carretera Azua-Barahona y adonde la gente llega a degustar un desayuno o el almuerzo del mediodía. El restante 40% de las tierras se cultiva de tomate, tabaco, maíz, ajíes, berenjena, sandía, melones y otros.

Mientras, en la llanura hay aproximadamente en producción 91,000 tareas dedicadas a las musáceas (plátanos y guineos) con vocación de venta nacional y para exportación. Adicionalmente, 39,000 tareas están dedicadas a las hortalizas, raíces y tubérculos, frutales y ganado.

El despegue firme de Azua hay que buscarlo a partir de 1970, cuando el Instituto de Recursos Hidráulicos (Indhri) proyectó construir una obra de regulación para aprovechar las aguas del río Yaque del Sur e incorporarlas a la producción. Eso se dio en 1975 y ahí empezó un nivel de desarrollo de la economía agrícola. Según el Precenso Agrícola (Oficina Nacional de Estadística), dado a conocer recientemente, esta provincia tiene 15,434 unidades productivas agrícolas, compuestas por 1,026,109 tareas (5.9% del total nacional y el quinto lugar entre 32 provincias).

Azua tiene rubros y espacios en los que se aplica tecnología de punta y las más modernas técnicas de cultivos, introducidas por la Asociación de Fabricantes de Conservas del Agro (Afconagro), institución que financia –además- más del 90% de la producción de tomate industrial, el renglón agrícola más importante de Azua, conjuntamente con los plátanos y los guineos.

El posicionamiento que tiene el banano azuano no entra en discusión. El presidente de la Asociación de Productores de Banano Orgánico (Aprobano) Andrés Matos, calcula que hay 800 productores, que en total tienen 19,500 tareas en producción. De ellos 5,500 están en “Finca 6”, a la que pertenece Matos.

En sentido general, el 50% del banano producido va a exportación. Según Matos, por la época de vacaciones escolares en República Dominicana el mercado local para el fruto-vívere se deprime entre junio y agosto.

Semanalmente, los bananeros azuanos envían unos 17 contenedores al mercado internacional y por ese concepto reciben entre 200 y 250 mil dólares en conjunto. Pero en torno al banano hay una cadena que crea un efecto dominó positivo sobre otros sectores como el comercio. 

Participación en el Comercio Justo

En torno a la agricultura de esta parte del país hay una cadena que beneficia a otros sectores que aportan a la economía, entre ellos el comercio.

Y en esos comercios entra la ferretería de Ricardo Vilchez, las heladerías, los bancos comerciales, los colmadones, las farmacias, los restaurantes, los centros de diversión y otros establecimientos que ofrecen a los clientes algún servicio, un bien material, comestibles o de uso diverso en toda la provincia.

Los productores de banano de Azua participan a través de la modalidad de Comercio Justo desde el año 1997 y los beneficios logrados se han traducido en obras comunitarias en los lugares circundantes a las fincas.

En detalle, el Comercio Justo es un sistema comercial en el cual los consumidores pagan un poco más caro que en el mercado común por los productos que compran, y que han sido previamente certificados en esa categoría. El dinero que genera esa diferencia de precio es utilizado en el desarrollo de la vida de los productores más pobres del renglón que se trate, del medio ambiente, de los trabajadores o de la propia comunidad.

En lenguaje llano significa, por ejemplo, que si un guineo cuesta -en términos reales- cinco pesos el consumidor está dispuesto a pagar siete, para que los dos pesos de diferencia vayan a una obra de bien social o comunitaria. El sector bananero (del que hay tres asociaciones en la provincia) genera unos 500 empleos. Todos los años la firma certificadora SS realiza una visita a los predios agrícolas para garantizar que el banano reúna los estándares de calidad y pueda irse a los países receptores sin problema. El costo de producción por tarea del banano en Azua ronda los RD$8,000.

El muelle de Puerto Viejo y el turismo

Aunque las actividades turísticas no están desarrolladas a plenitud en esta provincia, las condiciones auguran un futuro positivo. Azua cuenta con lugares para aprovechar tanto el turismo de playa y sol, así como el ecoturismo y el turismo de historia. Entre esos atractivos figuran las aguas termales de la Sierra Martín García, los balnearios de los ríos Grande o Del Medio, La Zurza, Las Cuevas, La Cascada de Vichy, La Loma de los Cacheos algunos sitios de pesca y buceo.

En esta provincia está Puerto Viejo una comunidad al extremo sur que posee un muelle con forma de espigón de 200 metros de longitud y un canal de entrada con suficiente anchura y profundidad para permitir a los barcos maniobrar con facilidad. Fue construido en 1951 para la exportación de guineos.

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