El Ministerio de Turismo y la Procuraduría General de la República están dando señales claras de interés en frenar el auge de la prostitución en la Costa Norte del país y disposición de devolver a los ciudadanos las zonas entregadas a la práctica de este penoso comercio.
Esta semana Lorenzo Sancassani, director de Turismo con sede en Puerto Plata, aseguró que el Ministerio de Turismo y la Procuraduría “coordinan acciones para controlar el problema y garantizar un ambiente donde podamos retomar el turismo interno y familiar”.
Y ayer el procurador general Francisco Domínguez Brito informó en una nota de prensa que dispuso la deportación del “ciudadano estadounidense Robert Anechiarico, por presuntamente dedicarse al proxenetismo y promover el turismo sexual hacia la República Dominicana”. Este “inversionista” aparece como propietario de Rumba Bar, uno de los más “destacados” negocios copados por prostitutas en el centro de Sosúa.
“Desde el Ministerio Público hemos instruido a la Procuraduría Especializada Contra el Tráfico Ilícito de Migrantes y Trata de Personas, a que apresen a los extranjeros que se dedican a promover al país como un destino turístico sexual, los cuales serán deportados”, dijo Domínguez Brito.
Francisco Javier García y Francisco Domínguez Brito han actuado contra corriente en la zona turística de Puerto Plata, donde importantes funcionarios y dirigentes del partido oficial y de la oposición, han declarado públicamente o actuado descaradamente para favorecer el comercio sexual como estrategia para mantener este sector. Con esto intentan frenar el interés de la oficina local del Ministerio de Turismo, de la alcaldesa de Sosúa y de las organizaciones empresariales del sector turismo, de sanear la zona de esta penosa actividad.
Todos los que han actuado abierta o solapadamente para justificar la prostitución como “estrategia de desarrollo” turístico, tienen interés en el negocio o han recibido dinero y hasta compensaciones en “servicios privilegiados”, por usar sus posiciones públicas en favor de este tráfico bochornoso.
Francisco Javier García lo hizo bien cuando decidió llevar nuevos aires al equipo del Ministerio de Turismo en la zona de Puerto Plata y lo ha hecho mejor aun apoyando las valientes acciones (por eso se mata en este país) de Sancassani contra el desorden y la prostitución. Igualmente, lo está haciendo muy bien Francisco Domínguez Brito lanzando una operación limpieza; y la alcaldesa de Sosúa, Ilana Newman, con sus acciones para sanear de esa nefasta polilla la calle principal de su comunidad. Muchos esperamos que mantengan su actitud.
Los políticos y funcionarios promotores del comercio sexual en la Costa Norte lo hacen porque se benefician del negocio, porque todos saben que apenas el 0.7% de los turistas que recibimos muestran interés en la vida nocturna y no toda la vida nocturna dominicana se sustenta en la prostitución.
