Bridge of Spies

Toda vez que Steven Spielberg tira un filme como este a muchos nos parece estar ante un filme de John Ford (y hasta tiene un Déjà vu del estilo de Frank Capra, en el honor del protagonista que es muy particular de su cine). No es que los copie,…

Toda vez que Steven Spielberg tira un filme como este a muchos nos parece estar ante un filme de John Ford (y hasta tiene un Déjà vu del estilo de Frank Capra, en el honor del protagonista que es muy particular de su cine). No es que los copie, tampoco influencias, es apenas que son de esos que parecen haberlos sacado del mismo molde de donde salen los maestros del cine, que lo son por contar y por mostrarnos historias que nunca perecen en nuestra memoria, sobre todo en captar y plasmar la Realpolitik a la perfección en situaciones límites, y el tesón y verticalidad de la conducta de sus personajes. Basada en hechos reales, la historia centra la trama en la negociación para liberar un piloto estadounidense cuyo avión espía fue interceptado por la entonces URSS en el 1960, es así como vemos a Tom Hanks interpretando a James Donovan, un abogado norteamericano. La estrategia dramática se concentra en los encuentros entre Donovan y el espía soviético Rudolf Abel apresado por el FBI y elegido para el intercambio, ese espía Abel es majestuosamente interpretado por Mark Rylance (actor, director de teatro y dramaturgo británico). Otro elemento subyugador es el conjunto de diálogos realizados por los hermanos Ethan y Joel Coen de quienes ya se sabe del refinado humor sarcástico que suelen incorporar a los diálogos de sus películas, sobre todo la acidez cómica del agente ruso que hace de alter ego del cliché de espías que se tiene en el cine. El maniqueísmo característico de este tipo de cine político es llevado con elegancia tomando cuidado en provocar empatía en la platea a favor del protagonista y de cierta simpatía por el antagonista, es decir, que el espía ruso es tratado amistosamente y muy a pesar de mostrarlo como “hostil”, se cuida que Donovan lo asista con generosidad, tal cual un abogado a su cliente. Así el filme balanza hacia atrás en lo más retrogrado de la guerra fría y la bizarrearía de los personajes centrales logrando jugar con profusiones de incertidumbre, y para conseguirlo se va por secuencias en tribunales donde alcanza a delinear esos tiempos en los que solo había derechos humanos para los ciudadanos de ciertas condiciones socioeconómicas y raciales y donde cualquier tipo de derecho legislativo era tratado con negligencia por altas esferas. Nominada a Mejor Película en los Oscar. 

HHH HH Género: Drama histórico. Duración: 135 minutos

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