He escuchado mucho que Cartagena, ciudad que no tengo la dicha de conocer, es un destino de embrujo. Tras la reportada “noche loca” de la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton allí; el calenturiento comportamiento de dos decenas de miembros del servicio secreto del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quienes previo a la llegada del mandatario para participar en la Sexta Cumbre de las Américas, se dieron una parranda de escándalo.
Considerando además el entusiasmo del anfitrión de la Cumbre, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, quien la calificó de “exitosa”, aunque terminó sin declaración sobre los temas clave -Cuba y lucha antidrogas-, no puedo más que preguntarme: ¿Y cuál será el melao que tiene Cartagena?
