Ceder el paso

Cuando conducimos un vehículo y llegamos a una esquina sin semáforos, y hacemos lo imposible para pasar primero que los demás, estamos procediendo con algún grado de agresividad.

Cuando conducimos un vehículo y llegamos a una esquina sin semáforos, y hacemos lo imposible para pasar primero que los demás, estamos procediendo con algún grado de agresividad. Cuando en esa misma esquina se asoma un transeúnte, con manifiesta intención de cruzar la vía, y no le cedemos el paso, también nos comportamos de igual forma.

Cuando vamos a entrar a algún sitio, y confluimos varias personas en la puerta, y nos apresuramos a entrar, sin ceder el paso a los otros, sean embarazadas, personas de avanzada edad, minusválidos o niños, también actuamos de mala manera. No guardamos la menor regla de cortesía.

Y ni hablar de cuando nos trasladamos por las carreteras, y otro automovilista pone la indicación de que va a rebasar, la luz direccional, y en vez de mantener la velocidad o reducirla moderadamente, muy por el contrario, aceleramos la marcha, a veces a riesgo de provocar un accidente, también actuamos con mayúscula intolerancia, agresividad y por extensión, marcada violencia.

Apenas hemos mencionado algunas circunstancias, pero sabemos que adoptamos usualmente actitudes poco amigables con los demás, y en algún momento, debíamos preguntarnos: ¿por qué procedemos así? ¿Qué resortes se disparan en nuestras mentes que nos empujan a ser de esa forma, pese a que sabemos que estamos alterando códigos del buen vivir, del más elemental civismo? Es tiempo de responder de un modo diferente, modificando ese tipo de proceder. Quizás estaríamos separando de nuestras vidas elementos generadores de conductas violentas.

Para sintetizar lo que proponemos, vamos a apoyarnos en una palabra clave: ceder. Cedamos el paso. Ceder el paso es positivo, es constructivo, estimula la cultura de la paz. Nos hace ser mejores.

Hagamos caso a las recomendaciones de Lynda Rodríguez, que junto con nuestra editora de Estilo, Ivelisse Santos, valora la importancia de las buenas maneras: “Ceder el paso es una muestra de cortesía, de respeto y educación. Si cada uno de nosotros pone su empeño, la práctica de estas actitudes y detalles será un referente inherente al progreso y a la civilización de nuestro país”.

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas