Celos laborales

Cuando Ana S. consiguió una promoción en su empleo, sabía que se enfrentaría a nuevos retos profesionales. Su deber como gerente de un banco la obligaba a manejar individuos  con personalidades diversas y ella se sentía capaz de dar la talla frente

Cuando Ana S. consiguió una promoción en su empleo, sabía que se enfrentaría a nuevos retos profesionales. Su deber como gerente de un banco la obligaba a manejar individuos  con personalidades diversas y ella se sentía capaz de dar la talla frente al reto. Sin embargo, un desafío mayor la esperaba.

La emoción que entrañaba su nueva posición se opacó de golpe cuando escuchó cómo un compañero le pedía a un superior de ambos que le asignara parte de las tareas de Ana, porque ella era muy lenta para poder tenerlas lista a tiempo.

Para ella fue un duro golpe esta crítica implícita que no tenía más objeto que desmeritarla. Y comprendió que esa persona, de manera sutil, quería dañarla. Su compañero de trabajo sentía celos profesionales.

“Los celos profesionales son una especie de paranoia donde la competición se presenta en menor o mayor grado y donde el aspecto competitivo lleva a la destrucción del otro. Es muy frecuente entre profesionales de la misma profesión que no pueden llevar esa competencia por una vía sana, sino por una vía enfermiza”, explica el psiquiatra José Ángel Saviñón Tirado.

En su larga trayectoria, el doctor Saviñón ha visto decenas de pacientes con paranoia profesional, es decir, lo que por lo general llamamos celos profesionales y que se define, además, como un sentimiento de malestar por el éxito del otro.

En un entorno laboral, los celos profesionales pueden hacer tanto daño como la falta de talento, a causa de la intención destructiva de quien los padece.

“El problema no está en la competencia en sí, sino cuando esto coge un contenido destructor. Cuando el éxito del otro resulta produce rabia en ti, ya eso es un mal síntoma cuando deberíamos alegrarnos del éxito del amigo, siempre y cuando sea en buena lid”, considera Saviñón.

Hay en la persona celosa unas caracerísticas que el psiquiatra enumera: los celos están muy ligados a sentimientos de minusvalía, a sentimientos de frustracción y se dan con frecuencia en las personalidades narcisistas, antisociales y paranóicas por el complejo de grandeza que tienen los que se sienten mejores que los demás.

Competir en el lugar de trabajo resulta normal. De hecho, algunos líderes la incentivan entre empleados con el mismo puesto, para mejorar los resultados o el rendimiento de la empresa. Esa competencia debe ser, según el doctor, normal, honesta y ecuánime, Hasta ahí resulta razonable.

Pero en el extremo peligroso de los celos están las personas que no saben reflexionar y aceptar que es normal cuando progresa un colega con talento para una labor, y son riesgosas las personas que buscan detener o interrumpir ese avance a como dé lugar. Cuando ese sentimiento se vuelve intenso y por tu cabeza cruzan pensamientos de “sacar de la competencia” al otro es momento de buscar ayuda con un psiquiatra o con un psicólogo. 

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