No es cierto que el PLD busque enfrentar a Amable Aristy Castro al brindar su apoyo a Johnny Jones para que sea el próximo titular de la Liga Municipal Dominicana.
Esa es la versión puesta a rodar por el secretario general de facto de la Liga y su entorno, al verse acorralados, como están, en sus deseos de seguir ostentando el carguito.
Al respaldar a JJ, el PLD no ha hecho otra cosa que devolver al PRSC el respaldo que los reformistas le han brindado al peledeísmo.
El secretario general de facto de la LMD quiere seguir, y está en su derecho, pero ya el partido que lo llevó a esa posición decidió que sea Jones el titular del organismo a partir del próximo día 26, y como dice el pueblo, con la unión de los votos del PLD-PRSC y muchos del PRD, “ya no hay tu tía”.
La decisión de respaldar a Jones es tan firme en el PLD, que los alcaldes de ese partido están convocados para mañana donde recibirán oficialmente la línea de su organización.
Y el PLD tiene historia en disciplina partidaria. Jones, que –repito- es uno de los políticos más conciliadores y decentes, al extremo de que no parece ser parte de esta fauna partidaria que nos gastamos, se ha constituido en una figura de consenso para dirigir la LMD, contando con el favor de las bancadas municipales de todos los partidos, incluyendo al sector del senador de La Altagracia, que se siente traicionado por los (léase bien, los) que llegaron a la dirección y dirigen hoy el organismo asesor de los ayuntamientos gracias a su padrinazgo y ahora hasta se resisten a tomar sus llamadas telefónicas.
Tengo la información de que el pequeño gigante de Higüey está “bajando línea” a los suyos en la ruta del consenso por Jones y eso es lo que tiene en pánico a los que están en el edificio de la Jiménez Moya, que dan sus últimos aletazos “filtrando” la versión irreal de que al PLD apoyar al candidato del PRSC quisiera enfrentar al legislador del Este porque éste, supuestamente, favorece una alianza rosada de nuevo tipo.
La misma versión le atribuye a Jones ser un abanderado, junto a Carlos Morales Troncoso, de propósitos destinados a lograr una alianza morada. La suerte está echada.
