Todo comenzó a principios de enero del 2013, cuando me encontré con una foto de una amiga que no veía hace mucho tiempo, la cual se encontraba en el mejor estado físico que jamás la había visto en el tiempo que nos conocíamos, ya que anteriormente era una persona “gordita” como acostumbramos a decir.
La ví, y lo primero que pienso es “¡Wao! Yo quiero estar como ella”. Le comenté en la foto y le dije que me diera su número para hablar con ella. Le comenté que estaba súper impresionada con su cambio y que si ella podía y estaba dispuesta a ayudarme a cambiar mi cuerpo y también mi vida. Ella aceptó con todo el amor del mundo.
Desde ese momento ella ha sido mi inspiración y motivación en el arduo camino de llegar a mi meta.
Lo primero que me dijo es que tenía que dejar los dulces, pastas y alcohol. “Dejar los dulces”… las palabras más dolorosas que la persona más dulcera del mundo pudo haber escuchado. Pero sabía que lo podía hacer. Mi mente estaba 100% en cambiar mi vida, sentirme bien en mi propia piel, así que decidí tomar el reto. Con una dieta bastante balanceada y para nada de pasar hambre (para las que creen que hay que pasar hambre y hacer la dieta del jugo o de la manzana) y rutina de ejercicios intensos comenzó la nueva etapa de mi vida.
En la firma pasada, hubo una lectora que hizo esta pregunta: ¿como bajo de peso? ¿Como le doy un cambio a mi vida?, y esta es mi respuesta: Tú sabes el cómo, la verdadera pregunta te la debes de hacer a ti misma: ¿estás dispuesta a dar una vuelta de 360 grados para llegar a donde quieres estar con tu cuerpo? ¿Afrontar los sacrificios que debes de hacer para llegar? Eso solamente depende de ti.
Yo me atreví a dar el paso y les iré revelando cómo lo hice.
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