La crisis financiera es una de las mayores causas de separación en una relación de pareja. Los desacuerdos a la hora de comprar, el deseo de tener más, la toma de decisiones sin consentimiento del otro, las deudas y la preocupación por los pagos cuando el dinero “no alcanza”, llevan a descargar en el otro la culpa, el enfado o la responsabilidad. Dice un viejo refrán que “cuando la pobreza entra por la puerta, el amor salta por la ventana”, y es que en lo que se refiere a relaciones afectivas, los problemas financieros son y serán siempre una “bomba de tiempo” para el estallido de conflictos entre las parejas. La actual coyuntura económica por la que atraviesa nuestro país, no sólo embriaga de pesimismo, ansiedad o depresión a los dominicanos por la falta de seguridad financiera, sino que también afecta a sus relaciones conyugales.
De acuerdo con la psicóloga Rasanna Espaillat, de Regal Mental Health Center, hablar de finanzas nunca es fácil, menos si lo estamos haciendo con la pareja; pero es importantísimo hacerlo, ya que estamos levantando un proyecto de vida juntos, teniendo en cuenta que sin comunicación no existe relación. Las finanzas más que números, son conductas, porque involucran tomas de decisiones en las que están representados sus principios y valores.
¿Cuáles serán nuestra metas financieras? ¿qué haremos para cumplirlas? ¿qué aportará cada quien y qué tiempo durará el proceso para lograr nuestros objetivos? son preguntas típicas de las parejas en consulta, comenta la experta.
“Ponerse de acuerdo juntos es lo importante en toda relación de pareja, teniendo en cuenta que hay diferentes personalidades, que hemos sido criados de manera distinta, con sistemas de creencias diferentes y por eso, es tan importante hablar del tema financiero por lo menos una hora cada semana, estudiando a fondo cómo avanzamos y así saber si hay que replantearse una nueva estrategia”, comenta Espaillat.
Está demostrado que el tema de las finanzas puede crear fuertes conflictos de ansiedad y aumento en los niveles de estrés en las parejas y familias, porque no se puede proveer de la manera que se esperaba. “En ocasiones nos encontramos con parejas en las que uno de sus miembros, maneja de manera excelente sus finanzas (sin deudas de ningún tipo) pero ese manejo tan rígido no le permite compartir una taza de café fuera de casa con su pareja, ni le otorga la libertad de accionar con su dinero, y es entonces donde vienen los distanciamientos, donde uno de los cónyuges no se siente validado”, dice la experta.
Puede acabar en divorcio
Aproximadamente un 40% de los divorcios están relacionado a un mal manejo de sus finanzas. Espaillat dice que un proceso de involucramiento con el tema económico se logra a partir de la toma de conciencia de que ambos están en el mismo barco, que no es tu asunto, ni mi asunto, es “nuestro asunto”, y que no importa la decisión que se haya tomado, hay que trazarse metas en conjunto. Después del matrimonio tu pareja se convierte en tu socio financiero más importante; y como en cualquier sociedad, las estrategias financieras en el matrimonio funcionan si se basan en la comunicación abierta y la confianza.
Para que la relación sea fuerte es importante hablar, expresar pensamientos y sentimientos y entender que sin comunicación no hay relación de pareja. Hay que entender que la crisis económica no sólo desestabiliza a los mercados de valores, sino también a las relaciones afectivas. Cada vez más parejas se disuelven ante una mala situación financiera. Otras, por el contrario, se vuelven más sólidas y más fuertes que nunca.
Sexo, el espejo de los problemas
La vida sexual de una pareja también puede verse condicionada por la inestabilidad financiera. Según revela una investigación del South Bank University de Londres, liderada por el sociólogo Jeffrey Weeks, en los periodos de crisis económica las personas son más tradicionales, pasivas y conservadoras en sus comportamientos sexuales. Por el contrario, las épocas de bonanza económica conllevan una relajación en las costumbres que permiten un mayor aperturismo hacia comportamientos sexuales distintos de los tradicionales.
Pero… ¿es esta ecuación tan simple? Según los expertos el aumento o la disminución del deseo sexual depende de la situación económica de cada pareja. Las personas dejan de pensar en el sexo porque no tienen ganas de nada. De ese modo se reduce la libido. La crisis económica puede afectar a alguno de los miembros de la pareja y reducir la motivación necesaria para mantener una vida sexual plena.
¿A quién afecta sexualmente más los problemas financieros, a los hombres o a las mujeres? “Las disfunciones sexuales en estos casos son mixtas, mientras que en los hombres las preocupaciones laborales y económicas alteran la erección, en las mujeres se dificulta la lubricación durante el encuentro sexual.
No obstante, los hombres estarían un poquito más preocupados, ya que hay una relación bastante directa entre el papel sexual y el social. Para un hombre, quedar desempleado y no poder ingresar dinero a la economía familiar no es sólo un grave atentado contra su propio ego o imagen social, sino también contra la percepción que tiene de él su pareja.
Consejo
Debemos ser honestos con la pareja y hablar de nuestro sueldo, ingresos, deudas y nuestros ahorros en el banco.
Dato
Contar con un presupuesto familiar ayuda a realizar una mejor planificación del uso del dinero y mayor control de las finanzas.
