Cuentas por cobrar

¿Quién manda en el cine dominicano? Como industria un bando que marca el rumbo a seguir, y como arte los cineastas que le dan contenido. Hago esta referencia porque este es un filme hecho con garras, de bajísimo presupuesto, que escapa al azaroso&#8230

¿Quién manda en el cine dominicano? Como industria un bando que marca el rumbo a seguir, y como arte los cineastas que le dan contenido. Hago esta referencia porque este es un filme hecho con garras, de bajísimo presupuesto, que escapa al azaroso negocio que se hace con el cine donde el leitmotiv es hacer dinero a costa de los cineastas y de quien sea. De ahí que el filme cobra trascendencia, además, porque pone el dedo en la llaga denunciando los cobros compulsivos tan arraigados en la economía dominicana y que son partes del esquema de negocios, de todo tipo de trata mercantil que hace de RD una ratonera sangrienta. Y esta película retrata los bastidores del submundo del crimen corporativo entre la gente más pobre y marginada aplastada por sus sórdidas relaciones con el Poder que encuentran al nacer. Ahí y sin ser panfletario presenta su narrativa: una mirada sobre ese compendiado de corrupción consciente ya sempiterno en la vida dominicana. La relación temática es colocada encima del leitmotiv: individuo sale de la cárcel, delinque, vuelve a ella y sale nuevamente, ¿para delinquir? Es seguro y hasta que descubra una forma de ser impune en sus mañas delictuosas. No obstante, el director-guionista contrapone un incierto optimismo en ese mundo asustador del cosmos nacional al que retrata con sarcasmo mordaz recreado con excelentísimo alto nivel interpretativo y diálogos bien dichos y hasta mágicos. En medio de todo, alcanza espacio para hablar de la diabetes y la epilepsia que padecen dos de los personajes protagónicos, o mostrar a un delincuente lisiado de un brazo, a ancianas buscándose el pan con lo que sea. Hay muchos cabos sueltos que son resueltos con deus ex machina, pero que no afecta la trama. Singular manejo del extra campo, de las voces fuera de cámara, del excelentísimo montaje que esfuma los cortes en la edición haciéndolo invisibles y agregando ritmo en planos justificados, sobre todo en instantes de abstracción de los personajes protagónicos. La música no se ata con la trama, y aunque no molesta no agrega mucha intensidad. Lo mejor de la historia y de la trama es que, saltando de plot en plot, los consiguientes flashback y las elipsis esclarecen las situaciones dramáticas. Es un filme bien hilvanado sobre la base del efecto mariposa. Bien fotografiado. 

HH HH Dirección y guión:Ronni Castillo.
Género: Drama.

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