Se cultiva

En las familias, por lo general siempre existe una persona sobre la cual recae la toma de las decisiones más importantes. Se hacen reuniones donde todos los miembros de la misma esperan, aun emitiendo sus juicios, qué sugiere esa persona, q ue en ocasiones puede ser una hija mayor, hermana, padres o un tío el cual solo se busca para consensuar qué medidas se tomarán ante eventos de mucha importancia, en los que a veces una mala decisión podría incurrir en una gran falla o pérdida. En mi experiencia, suelo conversar con una persona criada por mi abuela, quien tiene una manera muy particular de ver la vida, por lo que en muchísimas situaciones tomo muy en cuenta su opinión. Cuando le digo, por ejemplo, “Quiero oír lo que dices sobre esta situación. Dime qué crees”, generalmente responde, primero, con una carcajada, diciendo: “Las cosas tuyas. Yo no se qué te puede decir una mujer bruta, campesina, que apenas escribo, a ti que eres hasta psicóloga”, y continúa riendo a carcajadas antes de continuar hablando. Al igual que ésta, existía en mi vida otro persona, quien desgraciadamente falleció hace apenas dos años, pero quien nunca se equivocó al emitir juicios con relación a decisiones de mi vida personal que yo quería tomar. Existen leyendas donde reyes y grandes personalidades, acuden siempre a un sabio o a una persona con mucho conocimiento, en búsqueda de corroborar o descartar una gran decisión. Esto también se da en grandes intelectuales, que al igual acuden tratando de reafirmar o no lo que van a hacer. Pero, no van donde el “intelectual”, sino donde el individuo que ha demostrado en su vida diaria un manejo adecuado y asertivo de enfrentar las situaciones que se le presentan. Esta facultad, no depende de conocimientos de ciencia (Maestrías, PhD, entre otros), clase social o posición económica, sino una cualidad inherente a la persona en sí misma. Esto es lo que se llama hoy día inteligencia emocional. Vivimos en una etapa histórica donde especialmente los más jóvenes deben prepararse, dada la gran competitividad y globalización, pero, por favor, traten de tener y de buscar una buena inteligencia emocional. Ya que, ambas conjugadas, determinarán tu presente y futuro.