Ayer sepultaron a quien en vida fue el general Juan Ramón de la Cruz Martínez, fallecido en un accidente de tránsito ocurrido el lunes pasado.Al frente de la Funeraria Blandino de la avenida Abraham Lincoln, se realizaron los honores fúnebres correspondientes a su jerarquía en la Policía Nacional.
Monseñor Agripino Núñez Collado ofició la misa de cuerpo presente celebrada en la capilla D, de la mencionada funeraria, donde estuvieron presentes Elvira Yanet Rodríguez Ángeles y Oliver de la Cruz, esposa e hijo del fallecido general, los cuales junto a un miembro de la seguridad del occiso, sobrevivieron al accidente en el kilómetro 109 de la autopista Duarte.
El jefe de la Policía, mayor general Manuel Castro Castillo, junto a coroneles y otros oficiales superiores de la institución, hicieron guardia de honor frente al cadáver de De la Cruz Martínez.
Despedida
Cientos de personas acudieron al cementerio Cristo Redentor, a darle el último adiós a quien estuvo dirigiendo la regional Cibao-Sur, con asiento en la comunidad de Bonao.
“El general de la Cruz Martínez se constituyó en un manantial de conocimientos para nuestra entidad, debido a su luminiscencia catedrática, siempre pródigo de sabias orientaciones que caracterizaron su vida, fruto de su entrega a los libros y a su incesante sed de superación intelectual y espiritual”, expresó el coronel Jacobo Mateo Moquete, vocero de la PN, mientras daba lectura al panegírico del oficial.
La viuda del general recibió la Bandera Nacional que cubría el ataúd. Luego, los hijos de fenecido retiraron las insignias de su vestimenta dándole el último adiós. Agradecieron el apoyo dado por la uniformada, así como autoridades civiles y militares del país.
Los sobrevivientes del accidente
A los tres sobrevivientes del accidente de tránsito, aparentemente se les dio de alta en el Hospital Central de la Policía Nacional. La viuda del general acudió a los actos fúnebres con un cuello ortopédico y se presumen que se recupera favorablemente. El incidente se produjo en las primeras horas de la mañana del lunes cuando el general se dirigía a su puesto de mando en Bonao.
