El pasado miércoles el licenciado Danilo Medina compareció ante la Cámara Americana de Comercio para presentar las líneas generales de su programa de gobierno y los proyectos que normarán su gestión a partir del próximo 16 de agosto.
Durante esa intervención, nuevamente Danilo demostró que es el presidente que el país necesita. Habló como lo que es: un gran estadista y uno de los líderes actuales con mayor capacidad y prepación. Un hombre que domina a profundidad la problemática nacional y que sabe con exactitud meridiana cuáles son las vías correctas para enfrentar los graves problemas que aquejan a la nación.
Danilo no es un improvisado ni un comediante. Es un hombre con un profundo conocimiento de la realidad nacional, con propuestas que maneja al detalle y con un discurso coherente. En ese escenario de la Cámara Americana, donde se reúne la flor y nata de la producción nacional, les dijo con firmeza que uno de sus principales retos es la creación de 400 mil nuevos empleos en la economía dominicana, ya que la tendencia histórica de relación entre crecimiento del PIB y del empleo en los últimos 20 años no ha sido muy halagüeña.
De acuerdo con datos aportados por Danilo, “en la segunda mitad de la década de los 90, por cada punto porcentual de crecimiento del producto interno bruto, el empleo crecía un 1%. Para la primera mitad de la década de este siglo, por cada punto que crecía el PIB, el empleo solamente crecía un 0.64%. En este momento, por cada punto que crece el PIB, el empleo está creciendo 0.29%”. Esa realidad debe ser transformada y Danilo tiene un gran compromiso para revertir esa tendencia. Para Danilo, los gobiernos del PLD y del presidente Leonel Fernández han logrado crear la mayor cantidad de riquezas de toda la historia. Pero el reto que tiene el nuevo gobierno del PLD teniendo a Danilo como presidente es lograr que esa riqueza se distribuya de manera justa en toda la población. Y junto a esa tarea de lograr el bienestar de toda la población, el próximo presidente puso claro cómo ejercerá el gobierno: “Tengo el compromiso solemne de asegurar que los funcionarios del gobierno que presidiré respeten y hagan respetar las leyes y actúen conforme a un comportamiento ético. El que se equivoque será destituido de su cargo y, si fuere el caso, será sometido a la acción de la justicia para que responda por sus faltas. No toleraré la impunidad. Gobernaré con mis propias ideas, designando los mejores talentos del país, para cumplir cabalmente con mis compromisos contraídos con el pueblo dominicano”.
Y para que no haya dudas, sus palabras fueron certeras: “No sientan ningún temor ante un gobierno que yo presida. Todos saben que soy un demócrata convencido y practicante”.
