Danilo se va porque la gente se desengañó con él, y el desengaño no sólo termina con grandes amores y buenos negocios, sino también la confianza política.Danilo hizo compromisos y ofrecimientos que no le honró al pueblo, y se llegó a creer que podía incumplir su palabra y que la gente no sólo se lo aceptara, sino que además le regalara 4 años más.
4 años más de fracasos e incompetencia en temas tan importantes como la inseguridad ciudadana, el costo de la vida y el desempleo, el descalabro de los servicios de salud, los apagones y la falta de calidad en la educación.
Danilo se va por pensar que podía decir una y otra vez que en un país sin instituciones, como el nuestro, la reelección pervierte, daña, degenera y envilece a políticos, empresarios, periodistas, a religiosos y sus iglesias… y venir de la noche a la mañana a proclamar todo lo contrario, que la reelección fortalece la democracia.
Danilo se va porque usando todo tipo de recursos montó la farsa mediática de hacerle creer a la gente que tenía un irreal y alto posicionamiento electoral, al extremo de que puso al Grupo de Comunicaciones Corripio a publicar que gana las elecciones del domingo 63% a 29% y al Grupo Diario Libre a proyectarlo ganando por 60 a 37%, un montaje mercadológico y mediático reeleccionista que no responde a la verdad. Ese ha sido otro engaño que la gente no le perdona a Danilo y sus cajas de resonancia mediática, consultándose a sí mismo y sabiéndose mayoría que acudirá el domingo a las urnas a pulverizar la estrategia perversa dirigida a desencantarlo y a que no exprese en votos su determinación de cambio.
José Ramón Peralta, ministro Administrativo de la Presidencia y Señor de los Anillos, perdón, de las Encuestas, informó anteayer en Telematutino 11, a Ramón Núñez Ramírez y a Jacqueline Morel, que el real posicionamiento de Danilo es de 55%, y es razonable colegir que en un optimista ejercicio propagandístico, Peralta debe estar agregándole al menos un 10% a la puntuación de su candidato.
Justo alrededor de un 45% es lo que tiene Danilo, según ha trascendido de una conversación sostenida la semana pasado por integrantes del alto mando de la campaña del presidente-candidato.
El domingo Danilo será echado del gobierno por el pueblo, con las urnas reventadas de votos en favor del cambio y de Luis y Carolina. Cuando a Danilo le pregunten por qué fue que el pueblo le cercenó su ambición continuista, posiblemente se rasque su oreja favorita, vacile al hablar y termine reflexionando que no sabe por qué perdió. Danilo perderá y se va del gobierno porque quiere el poder por el poder sin poder ofertar un sueño, una ilusión, un porvenir diferente al que vive hoy nuestro pueblo. Es tan así, que cuando Alicia Ortega le preguntó en días pasados “¿Qué cosa cambiaría si logra reelegirse?”, respondió: “No me viene nada a la mente”.
