El producto interno bruto (PIB) es el conjunto de bienes y servicios que produce la economía de un país. Es decir, es la macroeconomía en sí misma.En tanto que la presión tributaria es el monto de las recaudaciones que acumula el Gobierno por el cobro de impuestos. Es lo que se conoce como el presupuesto nacional y puede incluir ingresos de donaciones externas y de préstamos.
En el caso de un hogar familiar, el PIB puede ser el conjunto del dinero que recibe la pareja más los valores de sus ajuares, muebles, vehículos, la casa y la finca, si la tienen, así como cualquier otro bien. El presupuesto de esa familia son sólo los ingresos mensuales que recibe la pareja por salarios y por la renta de cualquier otra inversión.
Si la pareja familiar solicita un préstamo, el banco que le dará el financiamiento tomará en cuenta su capacidad de pago, es decir, el nivel de ingresos que tiene para ver si puede pagar las cuotas de la deuda de manera adecuada. El resto de sus bienes sólo se toma en cuenta si es para presentarlos como garantía, pero siempre la aprobación del crédito dependerá de sus ingresos, es decir, de su presupuesto, no de su PIB o bienes en conjunto.
Entonces, la lógica indica que lo mismo debe ocurrir con el Gobierno. Es decir, el nivel de endeudamiento no debería medirse como porcentaje del PIB, porque ese PIB no es el Gobierno en sí mismo, sino la economía en su conjunto, que es mucho más de los entes privados que del sector público. El nivel de endeudamiento interno y externo del Gobierno debe medirse con base en su capacidad de pago, sustentada en sus niveles de ingresos, tal como ocurre con los hogares y hasta con las empresas cuando van a solicitar créditos en un banco.
En este momento el Gobierno dominicano tiene una deuda pública relativamente soportable si se compara con el PIB, pues es alrededor del 25% del producto.
Sin embargo, cuando se compara ese nivel de deuda y las obligaciones de pago de capital e intereses cada año con los niveles de ingresos o recaudaciones de su presupuesto, el resultado es que el Gobierno tiene un nivel de endeudamiento excesivo y muy por encima su capacidad de pago.
