Definitivamente, los perredeístas quieren llegar a acuerdos, independientemente de las diferencias entre sus principales líderes. De hecho, en los mandos medios y las bases a veces da la impresión de que no hay crisis, porque miembros de distintas tendencias hacen planes juntos y asumen proyectos en común, como si no existiera el PRD institucional y el “Mayoritario”. Para muestra, un botón: Recientemente, en un restaurante de la capital, dirigentes del PRD de una de las principales demarcaciones del país se reunieron para trazar estrategias a favor de un aspirante determinado, que evidentemente pagaba la cena. Cuando se averiguan las tendencias de los participantes, se descubre que hay de todo.
El potencial candidato, que había convocado al encuentro, es del sector institucional, y se le conocen vínculos con Neney Cabrera. Pero en la mesa también había seguidores de Hipólito Mejía y Luis Abinader. Curioso el caso. Los generales están divididos y los sargentos comparten y planifican, como si nada…
El “acuerdo de Cristo Rey”
Lo anterior demuestra que hay una clara intención en una parte de la dirigencia alta y media del PRD por llegar a acuerdos, aunque sea parciales, con miras a las elecciones del 2016. Lo de David Collado y Alfredo Pacheco no ha sido el único paso concreto, aunque sí el más notorio, por el calibre de las figuras y porque se trata de la emblemática plaza del Distrito Nacional.
Lo interesante es que en el encuentro de Cristo Rey no solo participaron Collado, Pacheco y Eduardo Sanz Lovatón, quienes hace tiempo están en el sector institucional del partido blanco. También estuvieron presentes dirigentes del otro sector, es decir, del “PRD Mayoritario”, como los diputados Arsenio Borges y José Miguel Cabrera. Todo esto confirma lo que decíamos por aquí recientemente. Entre los blancos, quizás no se dé un gran acuerdo, pero sí muchas pequeñas alianzas…
