BAGDAD (AP) — Una serie de atentados el domingo en Irak derivaron en la muerte de 12 personas, informaron las autoridades, el más reciente brote de violencia en un mes particularmente sangriento en ese país.
Irak se ha visto estremecido por una ola de derramamiento de sangre que ha dejado unos 300 muertos en las últimas dos semanas, lo cual ha elevado las tensiones entre la minoría suní del país y el gobierno chií. El aumento de la violencia ha hecho recordar la lucha sectaria que puso a la nación al borde de la guerra civil en el 2006 y el 2007.
El ataque más cruento del domingo tuvo lugar en la ciudad norteña de Mosul, donde un vehículo cargado de explosivos fue detonado en una casa en la madrugada mientras una unidad combinada de la policía y el ejército realizaba registros casa por casa. La detonación provocó la muerte de tres agentes y un soldado, dijo un miembro de la fuerza pública provincial. Veinte personas resultaron heridas, incluidos cuatro civiles.
Igualmente en Mosul, varios insurgentes abatieron a tiros a un agente en su auto en el centro de la ciudad, dijo la policía. Además, las autoridades encontraron un cadáver que flotaba en el río Tigris, muerto a quemarropa y con las manos atadas a la espalda. Mosul, a unos 360 kilómetros (225 millas) al noroeste de Bagdad, es un ex reducto de milicianos suníes.
En el distrito norteño de Kazimiya, en Bagdad, varios milicianos que disparaban desde un vehículo a toda velocidad mataron a tres civiles e hirieron a otro, dijeron dos agentes policiales.
Y en la provincia occidental iraquí de Anbar, cuna de la insurgencia suní encabezada por al-Qaida en Irak, tres soldados murieron y cinco quedaron heridos en dos ataques separados mediante dos artefactos explosivos detonados al pie de carretera cuando iban de patrulla, dijeron funcionarios de la policía y el ejército.
Dos funcionarios médicos confirmaron la cifra de fallecimientos. Todos hablaron a condición de guardar el anonimato porque carecen de autorización para dar informes.
