Me gusta mucho conversar con personas mayores (viejos), porque aunque no tengan niveles académicos son personas dotadas de mucha sabiduría. En una reciente conversación con un “viejo” amigo, de 83 años, se me ocurrió preguntarle: ¿Qué usted haría si fuera Presidente, para enfrentar la delincuencia juvenil y mejorar los ingresos de la gente pobre en los barrios?
Don Ramón reflexionó un poco y luego expresó: “Lo primero es que busco en los barrios más pobres a las doñas o señoras que sepan tejer y bordar. Ordeno el alquiler o compra de locales en los mismos barrios y ordeno la instalación de escuelas vocacionales. Ordeno a la Secretaría (Ministerio) de Educación que se imponga como obligatoria la materia de manualidades y que para pasarla haya que elaborar artículos bordados o tejidos”.
Don Ramón me explicó que de esa forma, las doñas serían como profesoras de bordado y recibirían salarios por esos servicios, mientras que todas las niñas y adolescentes del barrio tendrían que ir a esos centros, porque si no, les sería imposible pasar de curso. Le pregunté: ¿Y las adolescentes que no les interesa estudiar? “Esas -me dijo- cuando vean la fiebre de las manualidades entre sus compañeras, también se van a insertar”.
¿Y los varones, qué hacemos con los varones? -le pregunté- “Con los muchachos lo que hay que hacer es instalar talleres de ebanistería, mecánica, plomería, electricidad y todo eso, y ordenar lo mismo, que como requisito para pasar de curso tengan que ir a aprender un oficio. La ventaja es que cuando aprendan podrán conseguir trabajo y no van a estar por ahí robando o haciendo fechorías. Cuando uno tiene un oficio para ocuparse no se distrae con cosas malas”, agregó.
En todo momento el viejo Ramón repetía la palabra “ordeno”, en el sentido de que como Presidente todo sería dando órdenes. Entiendo que lo expresa así por su edad y la época que vivió, pero también me di cuenta de que su idea para enfrentar la pobreza, generar empleos y ocupar a la juventud se puede aplicar. Sólo habría que inyectarle un poco de “voluntad política”.
