Dos menores de edad murieron este fin de semana cuando se bañaban en la lluvia, mientras que aumentó de 19 a 31 el número de comunidades aisladas y unas 24 provincias están bajo alerta.De acuerdo con el informe de la Policía, una de las víctimas mortales fue la menor identificada como Lidia Bello Tavárez, cuya edad no fue precisada. Ésta murió en Villa Mella, en Santo Domingo Norte, cuando se encontraba bañándose junto a varias personas en la lluvia, y al cruzar por un callejón hizo contacto con un cable eléctrico que le provocó la muerte de manera inmediata.
La otra muerte ocurrió en La Romana, en donde un adolescente de 15 años identificado como Ageo Berroa Martínez, falleció por ahogamiento tras caer en un sistema cloacal en momentos en que se bañaba en la lluvia.
En tanto que al ofrecer un informe sobre la situación provocada por las lluvias en el territorio nacional, el director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), Juan Manuel Méndez, dijo que unas 3,430 personas han sido desplazadas a casas de familiares debido a inundaciones y otras situaciones provocadas por los aguaceros, como el agrietamiento de paredes y destrucción de sus viviendas.
También hizo un llamado a toda la población a no descuidarse debido a que seguirán ocurriendo aguaceros sobre el país hasta mediados de esta semana y eso podría provocar desbordamiento de ríos, arroyos y cañadas, inundaciones repentinas y deslizamiento de tierra para las provincias: Barahona, Bahoruco, Azua, San José de Ocoa, Monte Plata, Monte Cristi y Peravia.
De acuerdo a los resultados del informe este lunes, la vaguada frontal que afecta el país, un poco más debilitada, retrocederá para ubicarse nuevamente en la parte occidental, por lo tanto, incrementarán los aguaceros hacia la zona fronteriza, la Cordillera Central y las regiones Norte y Suroeste.
También se mantiene la alerta meteorológica contra desbordamiento de ríos, cañadas, inundaciones repentinas y deslizamiento de tierra para las provincias: San Juan, Elías Pina, Dajabón, Sánchez Ramírez, Puerto Plata, Santiago, Monseñor Nouel, La Vega, Duarte y San Pedro de Macorís, La Altagracia y el Gran Santo Domingo.
Tensión en la ribera del río Ozama
Cuando llueve la incertidumbre se apodera de los moradores en los diferentes barrios de la ribera del río Ozama, puesto que las corrientes de aguas suben e inundan las casas, dañando parte de las pertenencias a esas familias que residen en zonas vulnerables.
Pasado el mediodía de ayer en el sector La Barquita, en la margen oriental (Este) del río Ozama, todavía se observaban personas sacando el agua que se había metido a las pequeñas casas de madera y zinc.
“La noche del sábado, nadie de los que vivimos cerca del río pudimos dormir en nuestras casas, la lluvias hicieron que el río creciera y se metiera a todas las viviendas. Lo que hicimos fue trasladarnos a las casas de los vecinos que viven en zonas altas adonde no llega el agua, para pasar la noche”, expresó a elCaribe Ana Cruz García, mientras trataba de secar el agua que había dentro de su vivienda en la Barquita.
En ese sector hubo personas que, a pesar de ver que la crecida de río inundó sus casas, optaron por quedarse y “pasar la noche a lo que Dios quiera”, por temor a que los ladrones les robaran sus ajuares.
“Yo llevé mis tres hijos para que durmieran en la casa de mi hermana, pero mi marido y yo, levantamos un colchón y ahí pasamos la noche, porque si dejamos la casa sola, los tígueres se aprovechan y se le llevan todo a uno”, dijo Laura Candelario, quien también vive en La Barquita.
Otros lugareños de La Zurza, La Ciénaga y la parte baja de Los Guandules, corrieron con un poco más de suerte, pues el río no alcanzó a inundarlos. Sin embargo, los moradores de estas zonas manifestaron que estos días son pocas las personas que duermen bien, porque no saben en qué momento “tendrán el agua al cuello”.
