Educación es la clave

La vida del atleta, mayormente en su vida activa, se mantiene bajo el acecho de las más variadas y atractivas ofertas, claro, no necesariamente deportivas, pero que bien pueden distraer o afectar la carrera de tal o cual deportista.

La vida del atleta, mayormente en su vida activa, se mantiene bajo el acecho de las más variadas y atractivas ofertas, claro, no necesariamente deportivas, pero que bien pueden distraer o afectar la carrera de tal o cual deportista.

Así como se fortalecen distintas áreas para el progreso deportivo, igualmente se requiere de una muy buena base para, más que evitar, que luce imposible, superar o evadir las distracciones de la vida. Se conocen casos de jugadoras de voleibol (se pidió el anonimato), que ganaron dinero y hoy no tienen nada, el baloncesto masculino no escapa a eso y en el boxeo están los mayores ejemplos.

Cosiris Rodríguez, ex selección nacional de voleibol y jugadora refuerzo en varios países y Soterio Ramírez, antiguo capitán del equipo quisqueyano de baloncesto comparten experiencias sobre las incitaciones a que se ven sometidos los atletas de renombre.

“El atleta no solo debe ser bueno en su terreno de juego correspondiente, sino que tenemos que tener lo más importante que es la educación y la formación de hogar”, sostiene Rodríguez quien reside en España y conversó para El Caribe a través de las redes sociales.

En su planteamiento una vez se alcance la cima y el atleta se supere tanto deportiva como económicamente, entonces “sepamos qué hacer y qué decisión tomar -gracias a la educación y formación de hogar- en cada situación que se presente en nuestras vidas”.

En sus palabras, Ramírez coincide con Rodríguez. “La educación y el principio que te han inculcado en la familia es lo fundamental”, sostiene el ex jugador. “Cuando tienes una educación y principio llega un momento que la fama y los elogios que te dan, lo ves como parte de la vida por el resultado que estás tomando como atleta, pero en el sentido real, todos esos elogios van a terminar cuando tu carrera concluye”. Las tentaciones que tiene un atleta son diversas y amplias en todos los sentidos, dice Ramírez.

Rodríguez reforzó en Puerto Rico y España y Ramírez en iguales países, entre otros en ambos casos. Una y otro, sin ganar la fortuna que jugadores del béisbol han cosechado, lograron contratos más que decentes y hoy, aun cuando Cosiris sigue en cancha en España, disfrutan de los beneficios alcanzados.

Rodríguez, confiesa, que sí fue víctima de ofrecimientos inaceptables, pero que gracias a los dos valores que mencionó los pudo sortear. “Uuuuuu”, escribe así sobre propuestas inadmisibles. “Pues me ofrecieron un medicamento para subir mi rendimiento físico y desarrollar más los músculos y rendir más en la cancha”, continúa y subraya “y otras más que prefiero no decir”. Aquí su familia fue la base. “Sí, claro, sobre todo pensar en mi madre, que siempre me dio la libertad y me enseñó a diferenciar las cosas”.

Soluciones y sugerencias ante la situación

Las dos figuras, capitanes de sus selecciones en su momento, entienden que es favorable el que una institución o departamento trabaje con el atleta dominicano el sentido de manejar la grandeza, especialmente un país en el que la mayoría de los atletas que dan el salto, suben del anonimato al estrellato y de la pobreza a la riqueza. “Creo que sí”, esboza Ramírez. “Debería existir la parte educativa del atleta, de manera institucional y si es preciso un programa y anunciar cuáles atletas están bajo ese programa.

Ahora hay que determinar quién tiene responsabilidad sobre ese aspecto. Hay responsabilidades que son más fuertes que el Estado y son las que te inculcan en tu familia”.

Rodríguez también tiene lo suyo. “Creo que deberían preocuparse por eso, porque hay atletas que no han tenido ese privilegio de tener en su casa una educación adecuada y cuando les llega la fama y el dinero, creen que eso también significa poder y toman decisiones incorrectas”. En consecuencia “hay muchos que pierden su futuro y también destruyen la vida de otros”.

Cosiris sugiere a los atletas que han alcanzado fortuna que “primero piensen en que tener dinero no es lo que les permitirá mantenerse en el nivel, que nunca pierdan la humildad, que es lo que hace grande a los verdaderos atletas y que jamás, jamás en la vida olviden de donde vinieron”.

Soterio igual da sus lineamientos. “Hay que ser muy cuidadoso en ese sentido e invertir lo poco o mucho que se ganan. No está mal hacer un curso de gestión administrativa”.

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