El voto consciente

La forma más efectiva de ir desmontando, aunque sea en forma paulatina, el clientelismo que tanto daño produce al ejercicio de la política en el país, es mediante un serio y sostenido programa de orientación al electorado, principalmente dirigido a l

La forma más efectiva de ir desmontando, aunque sea en forma paulatina, el clientelismo que tanto daño produce al ejercicio de la política en el país, es mediante un serio y sostenido programa de orientación al electorado, principalmente dirigido a los jóvenes votantes.

A pesar de los proclamados avances en la democracia nacional, este sistema mediante el cual se estimula a los electores con dádivas, ofrecimientos y consignas demagógicas, constituye una retranca para el logro de un voto consciente y responsable.

En la práctica, la democracia no puede reducirse a la convocatoria que por medio de esos cuestionables medios hacen los partidos en las campañas electorales que preceden a las elecciones, en la búsqueda de un apoyo que no siempre refrendan con serios y provechosos compromisos.

De ahí la importancia del proyecto que promueve la Junta Central Electoral (JCE), para aunar esfuerzos con diferentes actores sociales, a fin de producir un sistema de información que estimule a la ciudadanía a participar en los comicios de 2012 con informaciones básicas que le permita emitir un voto consciente.

Tal y como ha sido concebido por la Junta, el objetivo es que un programa de acción conjunta coordinada entre grupos sociales, medios de comunicación y partidos políticos permita producir información continua y sistemática para que los electores puedan conocer a fondo los diferentes candidatos.

Un aspecto esencial consagrado en el proyecto es que la información que se lleve al público trascienda la empatía que pueda provocar un estribillo de campaña y procurará divulgar detalles acerca de los planes de trabajo y programas de gobierno.

Un complemento importante para esta finalidad es otro proyecto denominado “voluntariado juvenil, un paso por mi nación”, en virtud del cual la JCE quiere conocer las expectativas de la juventud e integrar sus ideas para una mejor organización y desarrollo de las elecciones presidenciales. Ambas iniciativas deben ser ampliamente divulgadas y consensuadas con los actores sociales para propiciar comprensión y apoyo y por esta vía evitar suspicacias y especulaciones.

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