Consumir un helado siempre será una delicia, especialmente para quienes gustan de ellos y la salud les permite disfrutarlos, sin que eso represente un contratiempo.En el mercado dominicano las marcas, sabores y colores son tan variados como los precios mismos de cada uno de ellos y los lugares donde se comercializan las marcas. La variedad en el negocio abarca también las “nacionalidades” de los helados. Los hay de origen italiano, norteamericanos, colombianos (por lo menos en la proporción del capital accionario) y de factura local.
La percepción que tiene una parte importante de los consumidores (algunos de ellos consultados por elCaribe) es que “la heladería ha cambiado de nacionalidad” en el país y que las firmas extranjeras arroparon a las nativas. Sin embargo, a juzgar por entendidos en la materia y empresarios del ramo, los helados fabricados localmente son más –en cantidad- que los “de afuera”, pero no pueden compararse en tamaño ni capital.
“Aquí tú tienes marcas que puedes verlas, incluso, cuando se venden en carritos en los semáforos”, sostiene uno de los empresarios consultados. Y aprovecha para rememorar que en República Dominicana han existido marcas que la gente valoró tanto que años después de desaparecer sus nombres se mencionan con cierta nostalgia. “Y los que aún viven también se recuerdan”, agrega. Se refiere, por ejemplo, a helados Polo, Frigor, Cepy Cibao, Capri, Imperial y Manresa.
Los tiempos en los que existieron algunas de las marcas desaparecidas eran muy adversos, sostienen algunos de los involucrados actualmente en la industria. “Eso significa que el empresario que no se dedicaba a la actividad de una manera casi heroica, para mantener esas heladerías vivas, simplemente tenía que irse”, aseguran.
Con presencia actualmente se mantienen por ejemplo, Bon, cuyo capital accionario corresponde a empresarios colombianos en un 80%, mientras que el otro 20% es local; Tutti Frutti Frozen Yogurt, Sweet Frog Frozen Yogurt, Valentino, Pinkberry, Splash, Baskin Robins y Haagen Dasz. Helados dominicanos figuran, por ejemplo Splash, Gelito y Real.
Bon, aunque la mayor parte fue adquirida por empresarios colombianos, esos empresarios se han comprometido con mantener los valores dominicanos de la marca. Y parte de esos valores y compromiso implican seguir reforestando montañas a través del cultivo de macadamia.
Nestlé hace años anunció el cierre de su capítulo de helados. Esa marca fue bastante “agresiva” cuando se hacía la comparación con Helados Bon en el país llegó a ver cerca su posicionamiento en algunos momentos.
Algunos expertos en el tema helado aseguran que muchas de las marcas de hoy día se enfocan en diversión, no en nutrición.
