El Gobierno dominicano y la minera Barrick Gold llegaron a un nuevo acuerdo para regir la parte fiscal del contrato de explotación de la mina de oro localizada en Pueblo Viejo, en la provincia Sánchez Ramírez. Fue un proceso tedioso, que absorbió casi todo el tiempo que lleva el Gobierno del presidente Danilo Medina.
La inconformidad del Gobierno dominicano con la exigua participación asignada al Estado dentro de los beneficios que arrojaba la explotación de la mina, se conoció el 27 de febrero pasado cuando el presidente Medina, en el discurso de rendición de cuentas desde el Congreso Nacional, emplazó a la minera a que en un tiempo prudente accediera a renegociar los aspectos fiscales del contrato, advirtiéndole que de no acceder, el Gobierno propondría un impuesto para gravar los ingresos extraordinarios de las exportaciones de minerales.
Las explicaciones del propio mandatario revelaron que desde la toma de posesión, las autoridades comenzaron a gestionar la modificación del contrato, para aumentar los beneficios del Estado, que es el propietario de los recursos naturales que hay en el territorio dominicano.
Luego de varios meses de espera, el ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo, y el presidente de la Barrick, Manuel Rocha, ofrecieron el jueves último los resultados de la renegociación.
Con el nuevo contrato, el Gobierno participará en un 51.3% de los beneficios brutos de la extracción de minerales. Además, elimina ciertas cláusulas que, como la que condicionaba los pagos al Gobierno a la recuperación de la inversión de la minera, limitaban y alargaban en el tiempo la recepción de los beneficios del país por la explotación de sus recursos mineros.
Puede que no sea la mejor renegociación, pero comparada con el documento anterior, hay una gran diferencia a favor del interés nacional. ¡Enhorabuena!
Ahora hay que esperar que el Congreso Nacional conozca el contrato con la calidad debida, y que no se repita aquello de aprobarlo sin leerlo.
