Santiago. José Antonio Cruz cuenta las horas en que dejará atrás los 34 años de vida en el ambiente de miseria y peligro que vivió en el Hoyo de Julia. Solo espera que las autoridades del ayuntamiento lo autoricen para dejar atrás su tormento y comenzar una nueva vida. Aunque algunos pensaban que se mudarían que el mismo día en que fue inaugurado el proyecto habitacional Colinas, no fue así, el proceso inició, pero ya muchos comenzaron a derribar sus casuchas de cartón, hojalata y madera.
Sin embargo, en el caso de José Antonio, al igual que otras 93 familias del Hoyo de Julia, aún no ha recibido las llaves para mudarse al apartamento del proyecto habitacional Colinas del Yaque que le fue asignado, pero que aún no ha recibido, ya que solo hubo una entrega simbólica en el acto de inauguración que encabezó el presidente Danilo Medina.
Larga espera
Los más escépticos prefieren esperar el día definitivo de traslado. En su mayoría solo podrán llevar consigo los viejos colchones y la esperanza de que alguien pueda al menos ayudarlos a amueblar sus apartamentos. El hoyo, que sirvió de albergue a las 96 familias, sería convertido en un parque ecológico, aunque en algunos crece el temor de que no se tomen los controles y se muden otras personas.
El Hoyo de Julia prácticamente lo integran cuatro familias: Peralta, Cruz, García y Gutiérrez, algunos llegados desde apartadas comunidades rurales del Cibao, que pensaron en su momento que hallarían el sueño de una mejor vida.
No obstante, la realidad les dio en el rostro al ver que lo único que tenían como techo era un viejo puente y que por su lado le cruzaba una cañada que cada vez que se inundaba, les obligaba a dormir a la intemperie. Elvira Cruz dice que prefiere esperar a estar en el apartamento para poder asegurar que tiene por fin un techo propio.
Aún no les entregan llaves a los beneficiarios
“No es que no crea en lo que hizo el alcalde Gilberto Serulle, sino que como nunca había ido a una inauguración solo vi que le entregaron llaves a tres personas, eso me pone a pensar en si a nosotros nos tocará por igual un apartamento”, indicó Elvira. A cada beneficiario de los apartamentos le entregaron un certificado que los reconoce como legítimo propietario.
