Sus historias
Daliant Suriel, graduada de contabilidad del Instituto Tecnológico de Santo Domingo (INTEC) tomó la decisión de trabajar y estudiar. Por fortuna, tuvo la oportunidad de conseguir un empleo de medio tiempo por lo que se introdujo al mercado laboral de a poco hasta adaptarse.
“Trabajar en contabilidad me permitió poner en práctica lo que iba aprendiendo en clases y tener la experiencia antes de graduarme” dice Suriel. Sin embargo, destacó lo agotador de desempeñarse como estudiante y empleado: “a veces es agotador el estar el día completo fuera de su casa, hasta las 10 u 11 pm” agregó.
A pesar de estos sacrificios, Suriel nunca se atrasó en sus estudios, pues siempre priorizó terminar su carrera. “Si debía hacer algo de la universidad tenía toda la libertad de dejar todo y hacer mis tareas” confiesa. También explicó que contar con sus camaradas de oficina le resultó beneficioso: “tuve ayuda de mis compañeros de trabajo con cualquier cosa que les preguntara de temas de su departamento”.
Stephanie Andújar es otra estudiante que decidió incursionar en el mundo laboral mientras termina sus estudios en comunicación social en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM). Desde su experiencia laboral, explicó que lo más difícil es encontrar tiempo tanto para el trabajo como para los estudios. También resaltó que desempeñar las dos funciones le han costado retrasarse en su carrera pues los horarios no siempre resultan favorables.
Sin embargo, aseguró que al haber adquirido experiencia laboral en su área antes de graduarse, tendrá mayor oportunidad de trabajo en el futuro.
Por su parte, Genesis Reynoso, estudiante de derecho de cuarto año en la PUCMM, optó por concentrarse en sus estudios debido a que considera, es importante dedicarles mucho tiempo para una mejor preparación en el futuro. “Además, tomé la decisión por miedo a que mis ocupaciones laborales me impidan dedicarle tiempo a mis estudios”, explicó Reynoso.
Sin embargo, la estudiante de derecho confesó temerle a que la falta de experiencia laboral se convierta en un impedimento para realizarse profesionalmente en un futuro.
Desde la oficina
Lidia Grandgerard, profesional con más de 20 años de experiencia en el área de Recursos Humanos explicó que a la hora de contratar una persona, dependerá mucho de la naturaleza y el tamaño de la empresa y posición a ocupar por el candidato.
“En materia de reclutamiento la balanza no debe de estar desequilibrada, lo mejor y lo más recomendables es contar con un candidato Titulado y con experiencia. Hoy en día las grandes empresas se rigen de sistemas de estandarización como lo es ISO y bajo este sistema desde los mandos medios hasta los más altos, sus ocupantes necesitan ser titulados”, explica Grandgerard.
La ex gerente de Recursos Humanos recomendó enfocarse en los estudios y luego trabajar. “Cuando contratas un profesional académico ya se tiene un buen camino recorrido, porque con una buena inducción al puesto el ocupante realizará sus tareas con un porcentaje de error mínimo. Y además de eso es un candidato con miras al futuro… que pudiera seguir creciendo como profesional dentro de la institución”, explicó.
Al preguntarle sobre otras consideraciones que se tomaban en cuenta para el reclutamiento de una persona, Grandgerard expuso que no necesariamente se contrata al mejor, si no al que más se ajuste y convenga a la institución. Por esto se consideran factores como las competencias del candidato, la disponibilidad de horario, la aspiración salaria y el domicilio.
Trabajar y estudiar proporciona diversas ventajas, pero conlleva un mayor esfuerzo y sacrificio por parte del estudiante. La clave a la hora de desempeñar las dos funciones es colocarlas en una balanza y decidir lo mejor para el futuro profesional.
