La noche del pasado sábado, desde el centro de prensa del hotel MGM,escenario del combate que por el cinturón welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) celebraron Juan Manuel Márquez y Manny Pacquiao, tuve una comunicación (telefónica) con Joan Guzmán, boxeador dominicano.
Llamé a Joan, quien se encontraba en su residencia de Nueva York, porque el colega Yancen Pujols, editor deportivo de este periódico, quería contactarlo sobre el combate de esta noche en un hotel de la capital.
Aproveché para saber de Joan y sus condiciones físicas, especialmente cómo está su peso… si iba a estar “ready” para su combate con el colombiano Florencio Castellano que marcará su retorno a los cuadriláteros tras cumplir una sanción de ocho meses impuesta por la Comisión Atlética de Las Vegas.
En el breve diálogo aprecié que Joan luce optimista, que al parecer han quedado atrás sus problemas de peso y que se espera que en la pelea con Castellano logre convencer a sus fans y a la prensa criolla.
¿Se reivindicará Joan?
¿Se reivindicará Joan Guzmán? Es una pregunta que viene a cuento porque este capacitado púgil ha tenido serios problemas en sus últimos combates.
Especialmente los dos que protagonizó con el africano Alí Funeka. El primero terminó empate, pero que la mayoría de los periodistas cree que el criollo lo perdió, y el segundo, aunque salió airoso, tuvo un grave problema en la balanza oficial al no dar el peso que certificaba en el que se pactó la pelea por una faja del mundo.
Guzmán ganó la pelea, pero no el cetro mundial. Un hecho muy lamentable que el propio boxeador todavía recuerda con amargura.
Ahora, en su regreso al cuadrilátero, esperamos ver al Joan de su época de oro. Pienso que todavía tiene para triunfar. ¡Y hasta de nuevo ser campeón mundial!
Al margen
Gabriel –Gaby- Mercedes, medallista de oro en taekwando, está en el camino de convertirse en el mejor atleta olímpico en la historia del deporte nacional.
