Gasto tributario

Una parte del sector empresarial dominicano, especialmente representantes de las más grandes industrias del país, aboga por la eliminación…

Una parte del sector empresarial dominicano, especialmente representantes de las más grandes industrias del país, aboga por la eliminación de los incentivos y exenciones de impuestos que el Gobierno les concede a las empresas que se instalan en la zona fronteriza, amparadas de la Ley 28-01, de Desarrollo de la Frontera.

Argumenta un sector del empresariado que por esas facilidades, solamente el año pasado el Gobierno dejó de percibir o de recaudar alrededor de RD$1,100 millones, una suma considerable.

La acción de un gobierno de dejar de recaudar impuestos por las facilidades o exenciones que le da a determinados sectores productivos es lo que se conoce como “gasto tributario”. Esa es una de las tantas herramientas que usan los gobiernos para ejecutar políticas públicas de incentivo a diversas áreas de la producción nacional.

Me puse a revisar algunos números y me di cuenta de que las tantas facilidades, incentivos y exenciones que el Gobierno concede a los sectores productivos del país (turismo, industria, comercio, agropecuaria, etc.) representan cada año un sacrificio fiscal que ronda los RD$130,000 millones. Un tercio del presupuesto nacional.

Eso quiere decir, que los sectores que reclaman la eliminación o reducción de los incentivos que concede la Ley 28-01 por unos RD$1,100 millones anuales, son los mismos que reciben cada año, exenciones por otras legislaciones que equivalen a más de 100 veces el gasto tributario que el Gobierno tiene por esa legislación de incentivo a la inversión en la zona fronteriza.

Los sectores productivos que abogan por eliminar la Ley 28-01 deberían cuidarse de no afilar cuchillo para su propia garganta. Porque si se inicia una campaña para eliminar incentivos y exenciones, los que se benefician de la ley fronteriza no serían, entonces, los más perjudicados, pues sólo reciben menos del 1% del total de incentivos que concede el Gobierno.

Mientras tanto, hay sectores, como las pequeñas y medianas empresas, que no reciben ningún incentivo del Gobierno, y que son los que más los necesitan, por lo que han de ver impotentes a los más grandes y más beneficiados…

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