A mi hijo Alexei Valeri, felicidades en su cumpleaños 40

Los seres humanos, durante su existencia, por una u otra eventualidad, llegamos  a ser  testigos de acontecimientos que se fijan en la  conciencia en forma imborrable. El día 15 de julio de 1975, ocurrió un hecho que fue para mí muy significativo;&#

Los seres humanos, durante su existencia, por una u otra eventualidad, llegamos  a ser  testigos de acontecimientos que se fijan en la  conciencia en forma imborrable. El día 15 de julio de 1975, ocurrió un hecho que fue para mí muy significativo; en esa fecha, dos naves, una   soviética y  la otra norteamericana,  acoplaron, y los  astronautas  soviéticos  Alexei Leónov y Valeri Kubásov, se dieron las manos, con sus dos colegas norteamericanos, en el espacio.

El citado suceso lo valoré en los marcos de la guerra fría  y,  más concretamente,  como  un triunfo de la política  de coexistencia pacífica propuesta por la Unión Soviética en defensa de la paz mundial.

Sumamente motivado, una vez recibí la noticia de ese trance, se la comuniqué a mi compañera Carmen, la cual se encontraba en estado avanzado de preñez; ella compartía la alegría conmigo;  acto seguido le manifesté que si el fruto de su embarazo resultaba ser un niño le pondríamos  la combinación del  primer  nombre   de los  cosmonautas  soviéticos Alexei  Leónov y Valeri Kubásov.

Precisamente,   el 12 de agosto de 1975, del vientre de Carmen, y extraído por  las manos del doctor Lowell Whipple Llenas, llegó al mundo vivo,  viable y con actitud para la vida un niño, a quien le pusimos como nombre Alexei Valeri Veras Rodríguez.

Hoy, cuarenta años después de su nacimiento,  Alexei Valeri Veras Rodríguez,  es estomatólogo, con una especialidad en odontopediatria, casado con la doctora Rosa Bernier Rivera,  y padre de dos niñas, Valeria y Alejandra.

Aunque en el curso de mi existencia he pasado momentos de tristeza, infortunio y desventuras,  la llegada de un año más de vida de uno cualquiera de mis hijos la recibo feliz, contento, sumamente alegre. Hoy me siento animado, divertido; el ser humano más dichoso por tener a mi lado, con sus 40 años de edad,  a mi hijo más joven: Alexei Valeri Veras Rodríguez.

Porque me sale de lo más profundo de mi corazón, a Alexei le digo: te quiero mucho, te deseo larga vida, con mucha salud, paz y alegría. Son mis mejores deseos.

Tu  padre

Negro Veras.

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