Dicen que Hillary Clinton procura estructurar una estrategia contra la desigualdad, sin satanizar los ricos, para su campaña política. Parece querer conducirse políticamente responsable, evitar maniqueísmos politiqueros: “pobres contra ricos”.
Estados Unidos tiene un grave problema de distribución. (El 1% más rico de la población acapara el 95% del crecimiento económico postcrisis financiera; el 90% con menos recursos se ha empobrecido. Datos de Oxfam). Un nivel de iniquidad políticamente desafiante que en República Dominicana emulamos, dentro de nuestros propios parámetros. El asistencialismo es el recurso político más apelable; la verdadera solución: políticas económicas acertadas, que fomenten progreso mayoritario. Si ella desembrolla el embrollo, favor compartir la fórmula con sus pares criollos.
