La semana pasada hablamos sobre el papel del diafragma en la respiración. Ahora pueden entender mejor las explicaciones sobre el hipo, que es una contracción espasmódica del diafragma causada por alguna irritación del nervio frénico. Al inspirar el aire súbitamente se produce un ruido que se conoce como hipo. Científicamente, al hipo se le denomina “singulto”.
Hay más de 100 causas fisiológicas de hipo: comer o beber muy rápidamente, comidas o bebidas muy frías o muy calientes, tragar de prisa, al atragantarse, cambios bruscos de la temperatura del cuerpo, etc.
El hipo es muy frecuente en los bebés, sobre todo en los prematuros, y después de un ataque de llanto. Según algunos investigadores esto se debe al subdesarrollo de los pulmones.
De acuerdo con otros investigadores el hipo podría ser un residuo evolutivo, y que el hipo en los humanos sería similar a la forma en que los anfibios tragan agua y aire por sus branquias al respirar. También se especula sobre la posibilidad de que sea un residuo evolutivo al paso de las criaturas cuadrúpedas a la estación bípeda. Las primeras tenían que digerir horizontalmente y se atragantaban fácilmente por lo que el hipo le resultaba útil para la deglución. Al adoptar la posición bípeda la gravedad facilitaba la deglución.
Otras causas de hipo: distensión gástrica, consumo excesivo de bebidas con gas carbónico, el reflujo gastroesofágico, abuso del alcohol y el tabaco, cirugía abdominal, insuficiencia renal, afecciones cerebrales, ansiedad, diabetes, medicamentos, tóxicos, etc.
Tratamiento: por lo general, el hipo es auto limitante y cede espontáneamente. Si se prolonga hay que investigar la causa. Hay muchos remedios caseros, entre ellos respirar repetidamente en una bolsa de papel.
