Editoriales. Uno de los mayores retos a los cuales se enfrentan los escritores hoy en día es la publicación de su obra final. En algunos casos tardan años, ya sea por no contar con el apoyo necesario, o simplemente no encuentran –a su parecer– el más adecuado. Sin embargo, con el paso de los años vemos como en nuestro país estos genios de las letras encuentran más facilidades para la puesta en circulación de sus trabajos.
La edición de libros, como se conoce comúnmente esta labor, es la industria que concierne a la producción y diseminación de todo tipo de libros (literarios, técnicos, enciclopédicos, cómics, de entretenimiento, etc.). Y aunque a simple vista no parezca tan complicado, sí lo es. Un proceso que va desde la creación del libro por parte del autor –que puede demorarse bastante tiempo– hasta la adquisición de éste por parte del lector.
Manos a la obra
Todo proceso editorial se inicia cuando el autor entrega un texto original al consejo editorial con el fin de que sea evaluado y se decida si puede o no publicarse. Este material servirá de base para el futuro libro; puede ser presentado por un autor en la editorial, o la editorial puede pedir la elaboración del original a uno o varios autores.
Secundino del Villar, ejecutivo de Alfaguara, explica que, en la evaluación editorial se analiza la factibilidad tomando en cuenta si es un libro “bien hecho”; si cumple con las funciones para las cuales fue concebido; y si la fabricación del mismo es factible.
Esta parte culmina cuando la comisión acepta o rechaza la publicación del libro. También puede darse el caso –algo muy comú–n, que la comisión devuelva el original a su autor con el fin de que lo reelabore, lo amplíe o haga correcciones. Además, es aquí donde entra el juego la parte legal, los llamados derechos de autor y se contemplan las leyes de propiedad intelectual.
Como verás, no es un proceso sencillo. A todo esto se le suma la revisión filológica y de estilo, a través de la cual se halla el trasfondo cultural y vital del libro, y las revisiones gramaticales de lugar. Finalmente llega el proceso de diagramación e impresión para dar el toque final a la obra.
La industria editorial en nuestro país
En el campo de la creación literaria de República Dominicana, Alfaguara ha jugado un papel importante desde su llegada al país. Ruth Herrera, directora del sello editorial en nuestro país, nos cuenta que llevan años publicando “bestseller” de autores nacionales, españoles y latinoamericanos; esos que sientan pautas y determinan las principales corrientes e influencias.
Desde 1993 su objetivo ha sido acabar con las fronteras impuestas a la lengua común –español–, con el fin de dotar de un mayor sentido la vocación global de Alfaguara.
Sus libros están orientados a todo público: adulto, joven e infantil. Un catálogo compuesto por reconocidas figuras de la literatura universal y dominicana, autores clásicos y contemporáneos, depositarios de los más importantes premios de literatura. En cada género, se crean y recrean historias adecuadas a cada edad, desde los prelectores del nivel inicial hasta los más adultos. Son libros de alto impacto en las redes sociales, grandes éxitos de venta y suelen llegar a la pantalla grande, como es el caso de Crepúsculo.
Y el premio es para…
Esta casa editora viene convocando desde 1998 el Premio Alfaguara de Novela. En él se ven involucradas todas las sedes para editar, distribuir y promocionar la ganadora. Se ha convertido en un referente de los galardones literarios de calidad otorgados a una obra inédita escrita en castellano. Está dotado con 175.000 dólares más una escultura de Martin Chirino. Algunos ganadores han sido Caracol Beach de Eliseo Alberto y Margarita, está linda la mar de Sergio Ramírez (ambos ganadores de la primera edición), Son de mar de Manuel Vicent, Últimas noticias del paraíso de Clara Sánchez, El vuelo de la reina de Tomás Eloy Martínez, El turno del escriba de Graciela Montes y Ema Wolf, Mira si yo te querré de Luis Leante, Chiquita de Antonio Orlando Rodríguez y recientemente El viajero del siglo de Andrés Neuman.
“Me han publicado dos obras y en ambos casos mi experiencia con ellos ha sido excelente. Su profesionalidad, cumplimiento con lo acordado y la excelente distribución de los libros nunca la había experimentado en otro lugar”.
Jeannette Miller, ganadora del Premio Nacional de Literatura 2011.
