Inquietud infantil la de los evangélicos

Como infantil catalogo la “inquietud” que dice tener el presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE) Fidel Lorenzo Merán sobre cómo dirigirse al embajador de Estados Unidos en el país, James-Wally- Brewster, dado lo “singular

Como infantil catalogo la “inquietud” que dice tener el presidente del Consejo Dominicano de Unidad Evangélica (CODUE) Fidel Lorenzo Merán sobre cómo dirigirse al embajador de Estados Unidos en el país, James-Wally- Brewster, dado lo “singular” de su matrimonio.

Respondo a su “inquietud”: simple y llanamente como señor embajador Brewster. Hay que recordarle a algunos sectores que el señor embajador Brewster representa a Estados Unidos en territorio dominicano. El es estadounidense. En su país  es reconocido su matrimonio.

El no ha venido a República Dominicana a solicitar que se le reconozca su estado civil. El viene como embajador y como tal hay que referirse.  Lo demás es su vida privada y no tiene porque “inquietar” a nadie.

Inquieto está todo aquel que ve lo que sucede dentro de las agrupaciones religiosas, no solo la Católica, y entre los heterosexuales. Violencia en la familia, hombres que matan a sus parejas, niños violados, atracos, drogadicción eso sí que es preocupante.

En eso debería trabajar el Codue y no estarse preocupando en como deberá dirigirse al señor embajador James Brewster a quien desde hace mucho le estamos dando la bienvenida a nuestro país.

El propio papa Francisco lo ha dicho: “Quien soy yo para juzgar a un gay”. Ahora me pregunto, quienes somos nosotros para juzgar a alguien aquí en la tierra.
Toda agrupación religiosa que verdaderamente le interese velar por la familia lo que debe es propiciar el amor, la comprensión, la igualdad.

Homosexuales o no, somos todos hijos de Dios. Da pena que todavía haya personas tan limitadas, tan escasas de luz mental que no le permitan ver que Dios está donde hay amor.

Cada quien es dueño de una naturaleza, su naturaleza, y procede en ese sentido. Lo he dicho y lo reitero, la misma dificultad que tiene un heterosexual que quiera ser homosexual la tiene este si quisiera ser lo contrario.

Hijos del demonio son aquellos que propician la desunión, el odio, la rencilla, la marginación. Porque desde siempre he oído que Dios es amor.

El señor embajador Brewster  es un representante de Estados Unidos en territorio criollo. No ha venido aquí a pedirnos que cambiemos nuestra Constitucion. Que su matrimonio sea motivo de comentarios puede entenderse ya que aquí aun no se reconoce oficialmente la unión matrimonial entre personas del mismo sexo. Pero que se “inquiete” el presidente del Codue porque no sabe como referirse al diplomático es una barbaridad.  Denota estrechez mental de parte de este señor. Nos falta apertura mental. Si Dios es plural, porque el hombre no lo puede ser?

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