Los capitaleños se han acostumbrado a ver las principales vías convertidas en lagunas, cada vez que llueve a causa del obsoleto sistema de alcantarillado pluvial.Sin embargo, esta situación no es exclusiva del polígono central, sino que también afecta algunos pasos a desnivel, como el de la avenida Luperón, a la altura del kilómetro 12 de la autopista 30 de Mayo, donde el agua llega a cubrir los neumáticos de los vehículos.
Conductores consultados afirmaron que el elevado se encuentra en estas condiciones desde hace aproximadamente cinco años, sin que las autoridades del Ministerio de Obras Públicas acudan a corregir los fallos en el desagüe, por los cuales cualquier aguacero por más de 20 minutos sumerge por completo varios tramos del elevado.
“Van a esperar que uno se derrumbe por aquí con todo y camión”, expresó el chofer de una patana, quien alertó sobre el peligro que significa circular por esta infraestructura vial cuya construcción se inició durante el primer mandato de Leonel Fernández y fue concluida por su sucesor, Hipólito Mejía.
“Esto yo lo veo crítico, yo no sé qué van a hacer para resolver. A las autoridades que vengan y tomen cartas en el asunto”, expresó Tito Castillo, chofer de camión.
Es común ver carros averiados a mitad del elevado debido a la profundidad de las aguas.
