La circulación se mejora por la boca

Si a menudo presentas síntomas como pesadez, entumecimiento, dolor y cansancio en las  piernas, hormigueo en los dedos de las manos, frío en los pies y dolores de cabeza espantosos, quizás se deba a una  mala circulación sanguínea.

Si a menudo presentas síntomas como pesadez, entumecimiento, dolor y cansancio en las  piernas, hormigueo en los dedos de las manos, frío en los pies y dolores de cabeza espantosos, quizás se deba a una  mala circulación sanguínea.

El calor no es aliado de la circulación por lo que en los meses de verano, sobre todo en los días más calurosos, muchas personas notan más los molestos síntomas, como retención de líquidos, pesadez de las piernas, aletargamiento y calambres nocturnos.  Ante estas señales lo primero que debes hacer es acudir al especialista.

Un problema circulatorio puede suceder por causas diversas, pero uno de los factores que causan la aparición de problemas de circulación  es la acumulación de lípidos en las paredes de los vasos sanguíneos.  Otro de los factores que influyen de forma más negativa sobre la circulación de la sangre,  de acuerdo con Maribel Yañez creadora del concepto “Si Nutre, poniendo equilibrio en tu cuerpo” (www.sinutre.com), es el contenido en grasas saturadas de los alimentos. Este tipo de grasa se encuentra en los lácteos enteros, la nata, la mantequilla, los embutidos, el tocino, la repostería industrial elaborada con aceites de coco o de palma y numerosos platos precocinados.

Explica que un consumo excesivo de alimentos ricos en grasa saturada tiende a aumentar los niveles de triglicéridos y colesterol plasmáticos y aumenta la viscosidad de la sangre, lo que dificulta su circulación.

Muchos especialistas advierten que otro aspecto a tener en cuenta es el contenido en sal de la dieta. La sal es la fuente principal de sodio en la alimentación, mineral que presenta la propiedad de retener agua, por lo que un exceso de sodio puede relacionarse con trastornos circulatorios y de retención de líquidos. Por ello, conviene vigilar la cantidad de sal utilizada para la condimentación de los platos, así como no abusar de alimentos ricos en sodio (o sal) como las aceitunas, los quesos curados, embutidos y aquellos a los que se les ha añadido una cantidad importante de sal durante su proceso de elaboración (encurtidos, salazones, conservas, patatas fritas…).

Además, existen sustancias como el café, el alcohol o el tabaco que por su composición y su contenido de toxinas están contraindicados en caso de padecer problemas circulatorios.

Alimentos aconsejados

Existen diferentes alimentos que gracias a su composición contribuyen a mejorar los problemas de circulación sanguínea. La grasa poliinsaturada al contrario que la saturada, tiene la capacidad de disminuir la viscosidad de la sangre, por lo que favorece la corriente sanguínea.

Este tipo de grasa se encuentra en los aceites de semillas (girasol, maíz, soja…), los frutos secos y el pescado azul.  Resulta también beneficioso consumir alimentos ricos en potasio, que se encuentra en alimentos como las hortalizas y verduras, frutas frescas, cereales integrales y legumbres. Además, los alimentos ricos en fibra son un elemento muy beneficioso en caso de sufrir problemas de circulación.

El consumo de líquidos

Cuando se presentan problemas de circulación es importante, además de llevar una dieta con abundantes  de vegetales, el consumo de líquidos, ya que facilitan la eliminación de toxinas y mejora la circulación sanguínea. El agua, es la bebida más recomendable,  pero existen otras bebidas beneficiosas como los zumos de frutas y hortalizas o los caldos de verduras.

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