Las dos caras de la serie final

Los Leones tuvieron un tropiezo tras una racha de ocho victorias. De su lado, los Tigres recibieron un hálito después de nueve largas y pesadas derrotas consecutivas.

Los Leones tuvieron un tropiezo tras una racha de ocho victorias. De su lado, los Tigres recibieron un hálito después de nueve largas y pesadas derrotas consecutivas.Los rojos, con una serie totalmente a su favor, no deben ni pensar en la palabra presión. Los azules, que han tenido mucho en contra, están llamados a jugar entrada por entrada, para extender su vida. No tienen mañana.

Que nadie se engañe: el Escogido ha ejecutado mucho mejor que sus rivales en un deporte donde ni “cuco, terror, aura o mística” juegan. Esos personajes no entran al terreno. Esto se trata de hombres, no de nombres.

Quien gusta del buen béisbol debe quitarse el sombrero ante Lew Ford, el veterano de 39 años que juega como un novato. Corre duro en los jardines, se tira en la goma de cualquier manera y es un bateador tan difícil, que hasta llama la atención cuando falla.

Luis Rojas, junto a sus asistentes, ha dado en la diana en la mayoría de sus decisiones. Ha tenido buen manejo del cuerpo monticular, en los cambios de corredores y en el uso de su banca.

Mientras, los brazos azules han dejado mucho que desear. El promedio de carreras limpias de los añiles es de 4.95. El de los escarlatas 3.86. Quien ha visto la final sabe que el relevo del Escogido ha frenado muchos intentos del Licey, que, por el contrario, raras veces logra una entrada fácil.

Lino Rivera, dirigente de los Tigres, ha sido superado por Rojas por mucho. El caballeroso boricua se ha olvidado de su banca y se ha dormido con sus lanzadores, a pesar de que más que nadie sabe que la muerte está a dos esquinas del Quisqueya esperando que los Leones logren otro triunfo para apoderarse del lado izquierdo del viejo parque.

Yamaico Navarro ha demostrado ser tremendo bateador para estar de segundo y Zoilo Almonte, hasta ahora, no se le ha visto el toque empujador.

No se puede culpar a Lino del pobre bateo situacional del club ni de lo ocurrido con ciertos pitchers.

Esta noche se reanuda la acción. Licey va por un milagro (nadie ha regresado de un 0-4). Escogido solo debe ganar un partido para celebrar su cuarta corona en las últimas siete campañas.

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