Cada mañana los caminantes del Jardín Botánico Nacional se hacen la misma pregunta: ¿por qué la administración permite durante tan largo período, hemos perdido la cuenta, que se escape un chorro de dos pulgadas de agua, desde una de sus plantas de bombeo, como si eso no costara? No se explica, y saben por qué, porque el parque, en general, está bien cuidado. No se observan abandonos, algunas áreas han sido restauradas, incluida la verja perimetral, entonces, por qué motivo dejan perder un recurso tan útil, no sólo para la ciudad, para el propio jardín, para la tierra misma. Y no hay excusa, porque los empleados, al exponerles el asunto han dicho: la administración sabe que ese escape está ahí.
Las dos pulgadas del Jardín
Cada mañana los caminantes del Jardín Botánico Nacional se hacen la misma pregunta: ¿por qué la administración…