Las relaciones con Haití (4)

Benoit tenía ya dos días refugiado en la embajada dominicana cuando estos sucesos sacudieron la capital haitiana.

Benoit tenía ya dos días refugiado en la embajada dominicana cuando estos sucesos sacudieron la capital haitiana. Más tarde, las tropas penetraron violentamente en la cancillería de la embajada, situada en un edificio nuevo en la carretera de Delmas, en un punto entre Puerto Príncipe y Pétionville. 

Realizaron un registro y no encontraron nada.  De ahí partieron hacia la residencia del embajador, donde se hallaba Benoit y otros veintiún refugiados, algunos desde hacía varias semanas.

Los tonton macoutes rodearon la embajada, haciendo caso omiso de las protestas del Encargado de Negocios dominicano e instalaron nidos de ametralladoras en los alrededores, cortando el acceso a la residencia. Esta acción colmó la paciencia del Presidente dominicano.  Bosch estaba seriamente disgustado con Duvalier, porque había dado permiso de residencia a miembros de la familia Trujillo que se decía conspiraban contra él.  La cancillería se había quejado enérgicamente del visado concedido a Luis Trujillo Reynoso, hijo de un hermano del dictador, y a otros parientes de éste. 

La violación del recinto de la embajada dominicana en Puerto Príncipe añadía un nuevo elemento de fricción entre ambos gobiernos. Entonces, para sorpresa de la mayoría de los dominicanos que carecían de informaciones previas sobre estos sucesos, Bosch le habló a la nación el domingo 28 de abril para denunciar “el ultraje” cometido por el Gobierno haitiano contra la sede diplomática dominicana en esa nación.  Esa agresión, advertía, debía cesar en un plazo no mayor de veinticuatro horas, pasado el cual le pondría fin con los medios que se hallaren a su alcance.  La situación esta vez era grave. 

Bosch decía: “Hemos sido insultados sin haber provocado nosotros el insulto; se ha invadido nuestra embajada con fuerzas armadas, lo cual equivale a una invasión a nuestro país y es una ofensa imperdonable a nuestra dignidad”.Haití conspira contra el Gobierno dominicano, agregó ante las cámaras de televisión.

Y en esa conspiración están vinculados los Trujillo.  Se le había faltado “el respecto” a la nación.  Las naciones pequeñas que permiten que eso ocurra,  continuó,  “no son digna de ser naciones,  porque lo único que puede mantenernos como país soberano es la decisión de hacernos respetar de los pequeños y de los grandes, de los que pretendan abusar de su debilidad y de los que pretendan abusar de su fuerza”.

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