“Asumo el cine como algo más que una herramienta de reflexión”

Flor de Azúcar. El título retrotrae a la flor de la caña de azúcar. Su contenido parte del cuento La Nochebuena de Encarnación Mendoza, de Juan Bosch. Su transposición al cine es realizada desde una perspectiva innovadora, focalizada en una…

Flor de Azúcar. El título retrotrae a la flor de la caña de azúcar. Su contenido parte del cuento La Nochebuena de Encarnación Mendoza, de Juan Bosch. Su transposición al cine es realizada desde una perspectiva innovadora, focalizada en una narrativa ficcional respetando la esencia de lo que ocurre en el cuento, y crea un nuevo cosmos que se acerca a las ideas de Juan Bosch con respecto a la problemática de los pueblos haitiano y dominicano.

El incentivo a la producción es sustancial en todo el proceso. ¿Cómo ha sido para el filme Flor de Azúcar?
Determinante. Aún no hayamos podido recaudar la totalidad del presupuesto bajo la ley 108-10 , sin esta ley de incentivo hoy no tuviéramos en nuestras manos esta obra. Cada vez más empresarios están diciendo presente y mostrando su interés en participar con los incentivos, lo que garantiza la permanencia y crecimiento de nuestra industria.

El cine es una herramienta importante de reflexión. ¿Cómo es que Flor de Azúcar, al ser una adaptación del cuento La Nochebuena de Encarnación Mendoza, de Juan Bosch, hace una reflexión de los pueblos haitianos y dominicanos sobre sí mismos?
Como autor asumo el cine como algo más que una herramienta de reflexión, sino también de transformación. Comparto el comentario de Carlos Boyero, famoso crítico de cine español cuando admite que el cine es una herramienta que marca la corriente de pensamiento y conducta del mundo aunque sus autores no se lo propongan. De manera que en el contenido de nuestra obra, a pesar de estar inspirada en este cuento breve del profesor Bosch, manifiesta abiertamente mucho de lo que puede interpretarse en la intensidad del cuento, y por esta razón pretendemos poner de manifiesto que ambas naciones, tanto la dominicana como la haitiana, vivieron en esa época un régimen de opresión y de injusticia, y que en la parte haitiana se sumaba con crudeza la miseria humana que aún campea en nuestros días. La película nos presenta esos personajes que sí se atrevieron a resistirse a esa realidad y buscar la libertad y la justicia que bien nos merecíamos, aunque esto les costara la vida.

La industria del cine dominicano abre nuevas posibilidades en oportunidades para crear productos diferenciados. ¿Cómo lo hace Flor de Azúcar en su planteamiento diferenciado de temática y calidad?
Tanto la calidad como la temática de los contenidos de nuestras obras nunca han respondido a la tendencia del mercado. De Hecho, Flor de Azúcar y las demás obras realizadas por nosotros han sido producidas bajo el mismo criterio. Tanto la calidad cinematográfica como el contenido no están condicionados al presupuesto de ejecución de la película, ni mucho menos a los pronósticos de recaudación en taquilla. Una cosa tenemos claramente definida en lo que resta de nuestra carrera, y es que queremos que nuestras obras no mueran el último día de proyección en nuestras salas locales. Nos esforzamos dándolo todo como equipo para que las mismas puedan trascender fronteras con mensajes y contenidos transformadores sin caer en el cliché de mensajes religiosos, políticos o moralistas que rayen en el fanatismo. Aunque en el ejercicio sacrifiquemos lo que algunos entienden como lo más importante del séptimo arte, los beneficios en taquillas.

Eres un profesional bien valorizado en el mercado audiovisual. ¿Cómo influencia en tus proyectos cinematográficos, tomando en cuenta el éxito taquillero de la obra prima El rey de Najayo y ahora con el elevado nivel de Flor de Azúcar?
Pienso que tengo a mi favor al público, que recibió El Rey de Najayo como una película de buena calidad cinematográfica y contenido, y a esta realidad debo sumar el hecho de que Flor de Azúcar es una obra que aunque se trata de un género totalmente diferente, tiene valores de producción muy superiores, su elenco actoral, la dirección de arte y, de manera particular, la dirección de fotografía, sin dejar de mencionar el extraordinario trabajo de la banda sonora, bajo la dirección de Pedro Pagán con la música de Pedro Eustache, el mundialmente reconocido multiintrumentalista de vientos, de la Pasión de Cristo, de Mel Gibson, músico de John Williams, Hanz Zimmer y con 127 largometrajes en su carpeta.

El punto de mayor fuerza de Flor de Azúcar es el manejo de la ironía dramática. ¿Cómo lograste un efectivo tratamiento de la historia y la trama para llegar a ese final predecible?
Los que conocemos el cuento original La Nochebuena de Encarnación Mendoza, coincidimos en que entre los grandes atributos literarios que el autor exhibe en el cuento, como su narrativa, las estampas folklóricas, el detalle en las descripciones de los personajes y sus sensaciones, hay un crudo y macabro relato. Uno de los finales más espeluznantes que hayamos leído. Sin embargo, una de las libertades que goza este género de autor, y en este preciso caso en que no tenemos el compromiso de un relato textual, porque se trata de una inspiración en la obra y no la obra en sí misma, es que podemos jugar libremente en el tiempo y en el espacio de la historia. Puedo asegurar que nuestra historia es una historia de libertad, amor y justicia. En el guión de Flor de Azúcar, repito mi tendencia como escritor de guiones multiargumentales, lo que me permite pasearme en una línea de tiempo donde voy y vengo a mi antojo. Como la atrevida técnica de comenzar por el final.

“El pueblo dominicano y el pueblo haitiano han vivido desde el Descubrimiento hasta hoy – o desde que se formaron hasta la fecha – igualmente sometidos en términos generales.” Es una frase de Juan Bosch. ¿Cómo se expresa en Flor de Azúcar?
Se expresa de manera totalmente orgánica, no nos enfocamos en un discurso político que describa la tiranía que existía en ambas naciones, sino en el lenguaje del alma retratada a través de una cinematografía que encuentra en la actuación de personajes dominicanos y haitianos reacciones normales, seres humanos comunes ante las injusticias y, aún más, ante oportunidades que les brindaba la vida para poner de manifiesto ese corazón solidario que nos ha caracterizado históricamente como pueblo.

En toda la isla viven 20 millones de dominicanos y haitianos. ¿Cómo ves el futuro inmediato de todos?
Consciente plenamente de la importancia que reviste nuestra soberanía y siendo un defensor de ella, entiendo que el futuro domínico haitiano va a estar determinado en la medida en que desaparezcan las harto conocidas razones de la inmigración haitiana a territorio dominicano. Los planes de desarrollo fronterizo que he tenido la oportunidad de conocer y analizar, se presentan ante nosotros como un proyecto de desarrollo sostenible que sin duda alguna contribuirá significativamente a hacer desaparecer la problemática de la inmigración haitiana, centrando todo el interés económico y social en el área fronteriza. Tanto para los dominicanos del área que están padeciendo de grandes necesidades, como para los haitianos que cruzan la frontera en busca de mejores oportunidades. A este proyecto debemos ponerle especial interés y atención, porque no se trata solamente del problema migratorio, en esta propuesta se juega el enfrentamiento al tráfico fronterizo y a la necesidad de la apartada zona en las dos naciones. De manera que mi respuesta sobre el futuro domínico haitiano es que mis esperanzas están, por el momento, cifradas en este gran proyecto de desarrollo de la zona fronteriza, que abarca desde pedernales hasta la bahía de Manzanillo.

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