«Yo salí varias noches con Amy y sé exactamente lo que solía hacer. Es muy fácil quedar atrapado en esta locura”, dijo al diario The Sun.
La intérprete de “Smile”, aseguró que cuando murió Amy, varios de sus amigos le escribieron para comentarle que estaban felices de que ella no fuera la protagonista de esa triste historia.
«Sentí que ella se había convertido en una caricatura de ella misma. Su muerte casi no se sentía real porque su vida se había vivo en los periódicos hasta casi el final. Amy quería una vida real. Quería ir al pub y no podía», contó al suplemento del Evening Standard.
Comentó que luego cuando se conoció de la muerte de Amy recibió muchos mensajes de sus amigos, en los que les decían que estaban felices porque ella aún estuviera aquí. Es fácil quedarte enganchada y me siento afortunada por haber sido lo suficientemente fuerte para haber salido», agregó, según una nota del diario Primera Hora.
Allen está actualmente embarazada y pasa ahora la mayor parte de su tiempo en Cotswolds, en el centro de Inglaterra, con su marido Sam Cooper, y disfruta su vida lejos de los escándalos.
La estrella de 26 años, que perdió otro bebé a los seis meses de embarazo y que sufrió un aborto en 2008, confesó: «De manera instintiva siempre he querido estar envuelta en todo. Pero con este embarazo, especialmente con lo que pasó la última vez, he llegado a un punto en que pienso, es el único momento en mi vida en el que se me permite no hacer nada».
