Si usted acostumbra a hablar de todo por teléfono, sin ambages ni pruritos, sea precavido en lo adelante, tenga cuidado con lo que dice, porque más de uno de los que se dedican al muy rentable negocito de las intervenciones o pinches telefónicos podría estarlo monitoreando. Llévese de mí…
Esperan por él
El funcionario, electo para más señas, es débil por el jackpot, los dados y/o, en menor grado, los tragamonedas, en recintos cerrados climatizados, dentro o fuera del país, y no para mientes en incluir bienes materiales en sus postas cuando “está encendido” y se le acaba el efectivo o se agota su capacidad de endeudamiento en los establecimientos de ese tipo que frecuenta y donde tiene carta abierta, a veces limitada. Hace poco, llegando a ese punto, ya bien entrada la madrugada, quedó sin un cinco y no quería darse totalmente por vencido en la velada, y apostó –perdiéndola- la lujosa y llamativa yipeta en que se desplaza, sin decir hasta el final que no era suya sino de la institución a su cargo, por lo que prometió a quienes le ganaron la(s) partida(s) final(es) que en 48 horas entregaría el efectivo equivalente al valor del vehículo, quienes aún esperan por él y el cumplimiento de su promesa. ¡Je, je, je…!
Mujeres de confort
El Procurador General ha reiterado su anuncio-advertencia de que perseguirá y encerrará a quienes paguen por tener sexo con prostitutas, mientras del otro lado del mundo, en Japón, el alcalde de Osaka, uno de los dos principales líderes del Partido de la Restauración de esa nación, aseguró que las “mujeres de confort” asiáticas forzadas por el ejército japonés a prostituirse durante la Segunda Guerra Mundial fueron una “necesidad” para mantener la disciplina. “Cuando los soldados arriesgan sus vidas bajo las balas y hay que ofrecerles reposo en algún lado, está claro que se necesita un sistema de mujeres de confort”, dijo el alcalde Toru Hashimoto, según reportes de las agencias internacionales de prensa. ¡Buuueeenooo…!
