La UASD sirve cada día más de 7 mil almuerzos a RD$5.00

De lunes a viernes, el comedor de la UASD abre su cocina a las 4:00 de la madrugada, para despachar un promedio de 7 mil raciones diarias de almuerzo a los estudiantes.Este lugar es el único en el país donde se puede adquirir un plato…

De lunes a viernes, el comedor de la UASD abre su cocina a las 4:00 de la madrugada, para despachar un promedio de 7 mil raciones diarias de almuerzo a los estudiantes.

Este lugar es el único en el país donde se puede adquirir un plato de comida por cinco pesos. Su competencia más cercana son los comedores económicos, donde se paga el doble por ración.

Es un servicio extremadamente barato, como para poner en duda que se esté comiendo bien. Pero en realidad, es una ración decente: los viernes se sirve moro de guandules, tomate y jamoneta, con la opción de comprar guineo maduro por cinco pesos más y bebidas en uno de los puestos habilitados.

La prueba de que es una alternativa de alimentación para los miles de estudiantes de la academia son las largas filas que rodean el área de comida.

“Esta vez duré 20 minutos en la línea, pero hay días que uno dura una hora”, comenta el estudiante de Comunicación, Luis Miguel Cabrera. Está al frente de un plato de locrio y lo come con una cuchara, como los demás estudiantes.
“Se podría catalogar como buena la comida.

El mayor problema aquí se da en las filas. Hay veces que hay que esperar para que vuelvan a servir, y en ese momento se arma un caos”, agrega el joven. Explica también que hay “preferencias” para algunos, que no tienen que esperar. “Los que deberían comer primero son los que hacen su fila”, se lamenta.

El actual comedor de la UASD abrió sus puertas hace poco más de un año. Es una moderna infraestructura con capacidad para recibir 2 mil 500 comensales al mismo tiempo. Sin embargo, las largas filas ha sido un mal histórico y común que las autoridades de la academia no han sabido resolver.

“La Rectoría está muy dedicada haciendo los aprestos pertinentes para que los estudiantes no duren 15 minutos esperando para comer”, apunta el subadministrador del comedor, Ignacio Rojas. Para ello, hace unas semanas la zona B del comedor, destinada a profesores y empleados, fue habilitada para recibir a estudiantes.

En este lado, la comida cuesta RD$35. “La idea con esto es descentralizar aquel comedor (zona A), y recibir a los alumnos que pueden pagar un poco más. La única diferencia entre aquella área y esta es que no hay que esperar, porque la comida en ambos lados es la misma”, recalca.

Se guarda la comida
El comedor cuenta, además, con 12 cuartos fríos y ofrece servicios de almuerzo de 11:30 a 3:00 de la tarde, y de cena, desde las 5:00 de la tarde, hasta las 8:00 de la noche.

El subadministrador recalca que faltan más ollas para que sus cocineros puedan entrar a las 6:00 de la mañana, en lugar de las 4:00.
Además, para que los estudiantes no tengan que esperar mucho mientras se reponen los alimentos.

Cuando la comida sobra, es guardada en estos cuartos fríos y se sirve en la cena. “Nosotros preferimos que para que nos falte, que nos sobre, porque es grande para un estudiante que le digas que la comida se acabó”, argumenta Rojas, y asegura que con la comida que puede sobrar, un promedio de 100 personas se pueden alimentar, y no se guarda por más de 24 horas.

Otras quejas y la dinámica
La poca variedad de alimentos, la falta de ventilación y “algunos platos sucios”, también son quejas de los estudiantes. El subadministrador apunta que las máquinas lavan los trastes a una temperatura determinada y puede quedar algún residuo de comida “en 10 platos de mil, pero ahí es cuando interviene el equipo de control de calidad, que constantemente está vigilando la cocina”.

Los platos de comida se pagan en la caja para luego hacer la fila. Antes de que el comedor abra sus puertas, los estudiantes ya están esperando en las afueras del salón. El área de comida luce limpia, es amplia y las filas son organizadas. El bullicio de las conversaciones de los jóvenes y el sonido de los platos son parte del panorama. 

Para el área de cocina hay unos 40 empleados

Ignacio Rojas calcula que en la hora del almuerzo se despachan, de lunes a viernes, 7 mil raciones y 4 mil de cena, solo para los estudiantes. El número puede aumentar a mil más, si se cuentan a los maestros, empleados, y algunos alumnos que no tienen con qué pagar. “Aquí vienen a veces limpiabotas y mendigos… Nosotros no le negamos comida a nadie”, dice.

La cantidad de comida que se prepara diariamente es otro dato interesante: “Si cocinamos cerdo, tenemos que buscar 5 mil libras de cerdo. Si es habichuela tenemos que buscar sacos de habichuelas. Si es arroz, tenemos que cocinar 20 sacos por día, de 125 libras”, explica. El comedor de la UASD tiene alrededor de 40 empleados dedicados al área de cocina.  

 

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