Los Hawks dominan con estilo diferente

LOS ÁNGELES. Unos momentos después de que los Hawks vencieran a Los Clippers 107-98 el pasado lunes, el entrenador Mike Budenholzer fue directo al casillero de DeMarre Carroll.

LOS ÁNGELES. Unos momentos después de que los Hawks vencieran a Los Clippers 107-98 el pasado lunes, el entrenador Mike Budenholzer fue directo al casillero de DeMarre Carroll. A medida que la estampida de prensa extranjera comenzó a juntarse, Budenholzer se puso de pie al lado de Carroll que estaba sentado y le dijo algo al oído a su defensor. Mientras Budenholzer terminaba, puso las manos a cada lado de la cabeza de Carroll, como un signo de afecto y luego desapareció en la oficina del entrenador visitante.

Carroll quedó claramente conmovido por el gesto de su entrenador. Cuando se le preguntó qué le había dicho Budenholzer, Carroll hizo un gesto tímido. Es que no está en el ADN de los Hawks compartir un momento privado entre jugador y entrenador, incluso después de que dicho jugador haya acumulado 17 puntos, sumado ocho rebotes, repartido cuatro asistencias, realizado su trabajo habitual de custodiar el ala defensiva y sufrido una desagradable caída en la segunda mitad que lo mantuvo en el suelo durante el tiempo muerto.

Mucha concentración

Estos son los Atlanta Hawks, que son igual de medidos tanto fuera como dentro de la cancha. Estos son hombres maduros que se ocupan de su tarea de vencer a dos contendientes de la Conferencia Oeste, y luego asisten en masa a una cena de equipo de carácter no obligatoria, algo que hacen habitualmente después de victorias y también de derrotas. La camaradería es auténtica.

“La razón por la que es auténtica es que todo el mundo está convencido de que es así”, dijo el dominicano Al Horford. “Nos gusta trabajar con los demás”.
Los Hawks, marca de 26-8, la mejor del Este de la NBA, tienen profesionalismo, son como una oficina poblada por adultos bien equilibrados que entienden de la vida laboral. 

Aprenden mucho de los Spurs de San Antonio 

Una cosa que a menudo se pierde en la discusión acerca de la cultura y la química -el sistema instalado en Atlanta a través de San Antonio exige un estricto desinterés personal. Si no sigues la secuencia de acciones en la mitad de la cancha, las cosas se caerán a pedazos. Su dirigente, Budenholzer, trabajó mucho tiempo con los Spurs de San Antonio y Gregg Popovich.

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