Los partidos aliados

El aporte de los partidos aliados al triunfo electoral de los candidatos presidenciales ha sido clave en los procesos electorales del presente siglo.

El aporte de los partidos aliados al triunfo electoral de los candidatos presidenciales ha sido clave en los procesos electorales del presente siglo. Puede decirse, que desde que en el sistema electoral dominicano se estableció la doble vuelta electoral (ballotage), ningún partido político ha ganado la presidencia de la República sin establecer alianzas con otras organizaciones políticas.

En la República Dominicana, las primeras coaliciones que integraban un considerable número de partidos aliados, fueron puestas en práctica a partir de 1990. El Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) concurrió a ese proceso aliado al PQD, PNVC, LE y PDI, que le aportaron 30,439 votos, con los cuales superó al PLD, que como partido individual había quedado en primer lugar. El PRSC amplió su abanico de aliados para las elecciones de 1994 con la integración del PPD, el MCN y el PRN.

A diferencia del PRSC, cuya coalición tenía un claro signo ideológico de centro-derecha, el  Partido Revolucionario Dominicano (PRD) auspiciaba una alianza de centro-izquierda. El PRD fue aliado a las organizaciones de izquierda PTD y BS en el 1990 e incorporó en el denominado Acuerdo de Santo Domingo, en el 1994, al PPC, el BIS y a la UD, grupo disidente del PRSC.

La introducción de la doble vuelta electoral en la reforma constitucional del 1994 haría que este tipo de alianza se constituyera en una práctica generalizada del sistema de partidos, pues las organizaciones mayoritarias se verían en la necesidad de alcanzar más del 50% de los votos válidos emitidos para poder ser declaradas ganadoras de la elección presidencial. Esta circunstancia influyó decididamente en la naturaleza que tendrían las coaliciones a partir de ese momento: serían acuerdos ausentes de matices ideológicos, que aglutinarían en una misma propuesta a partidos de naturaleza y propósitos diversos, pues lo fundamental pasó a ser incorporar a todo aquel que tuviera votos que aportar para ganar las elecciones, por pocos que fueran.

Si observamos el comportamiento electoral del 2000 al 2012, comprobaremos que los partidos aliados contribuyeron con un caudal decisivo de votos, para que el candidato presidencial electo alcanzara la victoria. En el 2000, los partidos aliados aportaron 160,683 votos (5.03%), al triunfo del PRD; en el 2004, el PLD se favoreció de 292,294 votos aliados (8.09%); mientras que en el 2008 ese porcentaje ascendió a 8.9% con un total de 363,266 votos.  El pasado 20 de mayo del 2012, los aliados del PLD, sin contar al PRSC, le aportaron 345,004 votos (7.59%), ascendiendo este monto a 611,491 (13.46%) con los votos reformistas.

Aunque muy pocos de los partidos aliados han alcanzado por sí solos el 2% de los sufragios, constituyen en su conjunto una fuerza imprescindible para una carpintería electoral exitosa, lo cual ha determinado su indiscutida vigencia en el sistema de partidos dominicano.

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