Luces y sombras cubren las arenosas orillas de la plaza Boca Chica y las zonas que le rodean. La venta de cuadros, sus famosos yaniqueques y la calidez de su agua son algunos de los puntos que se destacan, pero, no todo es “color de rosa”.
Si bien es cierto que la belleza de esta playa acapara la atención de visitantes nacionales y de todo el mundo, también salen a relucir las necesidades que imperan en ella.
Al ser un lugar turístico donde no faltan los bares, restaurantes y puestos de comida, los lugareños y trabajadores de la zona mostraron preocupación por la falta de contenedores para la basura.
Debido a esta problemática, algunos de los bañistas expresaron ayer la preocupación de que muchas personas hacen sus necesidades fisiológicas en las cálidas aguas de la playa, sin respetar a los que les rodean.
Las casetas que se encuentran en la entrada principal de la playa, de madera y zinc, donde se vende fritura, muestran una imagen deprimente y restan esplendor a este espacio natural.
Muchas formas de “buscársela”
Las mujeres masajistas y las que hacen trenzas, el vendedor de CD “pirateados”, el que vende los salvavidas y, sobre todo, los músicos que ponen ritmo a los bañistas para ponerlos a bailar y divertirse, son parte de las personas que se las ingenian para ganarse la vida.
Pero uno de los trabajos que preocupan a los habitantes de Bocha Chica, en las áreas cercanas a la playa, es la prostitución de adolescentes y adultos.
Esa problemática fue uno de los puntos más destacados por los negociantes y lugareños, quienes aseguraron que, de día y de noche, es común ver a muchas adolescentes y mujeres mayores de edad brindando sus servicios sexuales al mejor postor. Algunas de las mujeres, según explicaron, se protegen bajo el oficio de “vendedoras de frutas” para acceder a los hombres que buscan sus placeres.
“Necesitamos más manos duras de las autoridades para que esas niñas dejen de venderse ahí en el parque, ante la mirada de los policías del destacamento”, dijo Andrés Montero, residente en la zona.
Una comerciante de la zona, dijo que la depravación llega a tal punto que algunas madres haitianas y dominicanas llevan a sus hijas, tanto a la playa como al parque de Boca Chica (que dicho sea de paso está frente al destacamento), para que se prostituyan y más tarde las pasan a buscar luego de terminar la jornada, y aseguró que ha sido testigo de esas acciones.
Piden al ayuntamiento poner baños públicos
Una de las carencias de la playa de Boca Chica son los sanitarios públicos, lo cual fue citado por parte de los ciudadanos entrevistados por elCaribe. Los pocos que hay son parte de los negocios y sólo pueden ser usados por los clientes. Los visitantes explicaron que van a la playa muchas veces con niños, que necesitan utilizar un lugar para sus necesidad fisiológicas, además de que la instalación de sanitarios contribuiría a la higiene y limpieza de la zona.
