Matt Joyce quiere volver a ser el hombre dominante que una vez deslumbró en las Grandes Ligas. Por eso no dudó ni un instante en empacar sus maletas y viajó 949 millas cuando su agente le dijo dónde se encontraba la clave para demostrar que aún puede volver a la cima. El béisbol invernal dominicano, el pequeño laboratorio que, a través de sus experimentos, ha servido en las carreras de grandes figuras que, después de una estancia por estos predios, han regresado al mejor béisbol del mundo.
“Vine aquí por varias razones”, dijo Joyce a elCaribe en un aparte de las prácticas de bateo de los Gigantes del Cibao. “Me dijeron que esta era la mejor liga para jugar en cuanto a competencia. Es la mejor liga para los escuchas y una de las mejores para exponerse y hasta ahora he llenado las expectativas”, agregó. Joyce, luego de ocho años en las Grandes Ligas, atravesó por su peor momento en su carrera al batear para promedio de .173, con cinco cuadrangulares, 21 remolcadas y un porcentaje de embasarse de .272 con los Angelinos de Anaheim este año en las Mayores.
“¿Sobre este año?”, se preguntó Joyce. “No sé. Fue difícil. Sentí que mi mecánica estaba donde no quería, no me sentía bien. El equipo bajó y no pudimos llegar a la postemporada por un partido y es muy duro ver que eso pase cuando sabes que puedes jugar mejor para ayudar a tu equipo a llegar a los playoffs”, sostuvo el estadounidense. El guardabosque recordó cómo fue su último día mientras empacaba en su casillero en el estadio de Anaheim y se preparaba para volver a su casa, en el estado de la Florida. “El último día fue difícil”, expresó Joyce.
“Piensas en los demás muchachos con los que jugaste. Si jugarás con ellos de nuevo, piensas en lo que viene después. En tratar de reflexionar y te emocionas el relajarte un poco, pero en lo que más piensas es qué puedes hacer para mejorar”. Asimismo, habló de las personas que se mantuvieron a su lado y lo apoyaron sobre lo que fue el punto más bajo que experimentó en su carrera.
“Todo el mundo, todo el mundo fue grandioso. Siempre estuve muy apoyado de mi familia y los muchachos también. Los entrenadores y mánager. Todo el mundo quería ayudarme y querían que jugara bien. Lo único es que no fue así pero, ya está en el pasado para mí. Ahora quiero enfocarme donde estoy ahora”, expresó el bateador.
Elogia Maddon
Su mayor éxito fue en 2011, tras participar en el Juego de Estrellas celebrado en Arizona. En esa temporada, Joyce disparó 19 cuadrangulares y 75 impulsadas con los Rays de Tampa Bay bajo las riendas del entonces dirigente Joe Maddon.
“Joe es grandioso, es fenomenal. Él es muy relajado y lo llaman ‘Cool Joe’, le gusta su copa de vino y le gusta que disfrutes los partidos. Te animas a que juegues de la manera correcta, duro y lo más importante, que seas tú. Cada vez que tienes un entrenador que pone todas esas cosas juntas es un placer jugar con esa clase de entrenador” manifestó.
En la agencia libre
Joyce es un jugador de 31 años, que agotó seis turnos en septiembre y aunque estaba saludable todo el mes, llegó a la base sólo una vez. En la actualidad se encuentra en la agencia libre. Viendo los últimos números que colocó en esta temporada, por tal motivo decidió darle un giro a su carrera, y aceptó unirse a las filas de los Gigantes con la esperanza de restablecer una apariencia de valor en el mercado. “No sabía mucho acerca de República Dominicana. Mi agente fue quien amarró todo y hasta ahora he disfrutado la experiencia con los Gigantes. Es un gran equipo y me han tratado muy bien. Los fanáticos han sido grandiosos”, resaltó el norteamericano, quien ha sido el héroe ofensivo de su equipo en dos de las tres victorias.
“Hay muchos jugadores con talento aquí y tenemos un gran grupo de jugadores en este equipo que lo hace más agradable y divertido para nosotros”, dijo Matt, quien solo estará hasta el 23 de noviembre. Sin la jornada de ayer, Joyce ha participado en siete partidos. Ha conectado ocho hits, dos de ellos dobles, con cinco carreras remolcadas y dos anotadas, para un promedio de bateo de .308. “Es muy divertido jugar aquí. Puedes ver lo apasionado que son los fanáticos, la comida es buena, he comido mucho arroz y pollo lo que es muy bueno para mí porque me gusta el arroz y el pollo. Hasta ahora es una muy buena experiencia y la he pasado bien. Es algo que le diré a mis hijos y nietos”, afirmó.
