Miedo al sexo

Para quienes disfrutan de una vida sexual plena les parecerá extraña que algunas personas puedan presentar esta clase de miedo. Las personas con miedo al sexo lo evitan, presentan…

Para quienes disfrutan de una vida sexual plena les parecerá extraña que algunas personas puedan presentar esta clase de miedo.

Las personas con miedo al sexo lo evitan, presentan ansiedad delante de cualquier conducta sexual y un malestar emocional. Dichos individuos   tienen tendencia a las fobias o miedos irracionales, por ello es importante realizar un buen diagnóstico para luego ofrecer el tratamiento adecuado.

El miedo al sexo puede ser primario o secundario, es decir, pudo haber sido provocado por una situación en específica (situacional) o estar presente durante toda la vida.

Detonantes y síntomas

Dentro de las causas encontramos: una información errónea sobre el sexo, dudas sobre el tema, una formación familiar muy cerrada en cuanto a los temas de sexualidad, falta de información, temas religiosos, mala experiencia sexual donde se pudo haber producido algún dolor intenso en su primera vez, vivir la sexualidad de manear prematura para su madurez mental, física y biológica;  miedo a lo desconocido, relaciones deterioradas con los padres, violación, maltrato, incesto, infidelidad, expectativas irreales, aborto, entre otras.

En cuanto a los síntomas, se presentarán crisis de angustia, ansiedad extrema, palpitaciones, sensación de ahogo, depresión. 

A tratar

El especialista debe evaluar al paciente con un buen historial clínico para obtener un diagnóstico preciso, sin dejar pasar las expectativas del paciente respecto al tratamiento que se vaya a indicar.

Debe descartarse alguna dolencia física, además de que la persona en cuestión  haga conciencia de la situación que presenta y a la vez se sienta motivada a superarlo.

Uno de los tratamientos más eficaces es ir sensibilizando al paciente, preparándolo para el acto sexual, en el mejor de los casos con el apoyo de su pareja.

 

Desde la perspectiva de una hipnoterapeuta

por:  Roxana G. González, terapeuta familiar y de pareja e hipnoterapeuta de Terapia Boutique 

La hipnoterapia es poderosa en estos casos, ya que estos miedos  van más allá de la conciencia Siempre es conveniente trabajar junto a una terapeuta sexual.

La clave de este tratamiento es buscar los códigos inconscientes grabados en la persona y que refuerzan sus dificultades.

En primera instanciase debe intentar disminuir los niveles de estrés y ansiedad con relación al tema, trabajando el miedo desde su raíz, sin olvidar que habrá casos donde el miedo puede llegar a convertirse en una fobia.

En el proceso de la hipnosis se lleva al paciente a un lugar de paz real o imaginaria, donde la persona se sienta segura. A partir de ahí, el hipnoterapeuta baja las defensas del inconsciente y puede descubrir la raíz de la situación. Se puede ir al pasado, trabajando así su experiencia traumática. El objetivo está en que se logre que la persona pueda volver atrás, recordar y vivir el momento sin malestar. Es entonces cuando se ayuda al paciente a que pueda vivir en paz y tener una sexualidad sana.

Cuando hablamos de miedo a las relaciones sexuales, varias personas se me han acercado pidiéndome poder borrar una experiencia traumática. Les explico que es antiético e inadecuado, no lo haría, pues borrar un pedazo de sus vidas no es la solución a sus problemas, pues la emoción, aún quitando la historia dolorosa, puede quedarse. Lo importante es poder llegar a recordar la situación sin malestar ni angustia, es decir, sin que les afecte en lo más mínimo.

Aunque los pacientes puedan saber por lo que están pasando, en muchas ocasiones, acuden a terapia por las constantes quejas de sus parejas, más que por decisión propia.

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