Ala agricultura de República Dominicana no solo las visitas del presidente Danilo Medina “le cayeron encima” en 2015, sino también algunos problemas de los que, finalizado el año, parece que no se zafará.
El Gobierno volvió a dar muestras de que tiene interés en el campo y la seguridad alimentaria, con la realización de entre 23 y 30 “visitas sorpresa”, en las que otorgó financiamientos a alrededor de 50 proyectos. Los beneficiados directos de esas acciones fueron 7,550, los indirectos 30,200, y se generaron 14,750 empleos directos y otros 17,838 indirectamente, de acuerdo con estadísticas del Fondo Especial para del Desarrollo Agropecuario (FEDA).
Pero en definitiva, la aparición de la Mosca de la Fruta o del Mediterráneo en las cercanías del Aeropuerto Punta Cana (un área sin importancia agrícola en términos comerciales) le movió al país una ficha que pocos esperaban y provocó que Estados Unidos cerrara las puertas a la importación de un conjunto de productos dominicanos, luego que el Servicio de Inspección de Sanidad Animal y Vegetal (APHIS) anunciara la medida. Eso ocurrió a mediados de marzo de este año y todo indica que la medida no será levantada en los días que le restan a 2015.
Los productos vedados (Haití también lo hizo, aunque, como de costumbre, sin notificación oficial) con la lechosa, mango, aguacate, los ajíes y los tomates. En el caso de los mangos, la exportación se sigue realizando gracias a que ese producto se somete a un curamiento especial para los envíos.
Días después de anunciada la prohibición, la Asociación Dominicana de Exportadores (Adoexpo) calculó que “si Estados Unidos mantuviera por un año la prohibición a la importación de frutas dominicanas de aguacate, lechosa, ajíes y tomates se afectaría a los exportadores locales con unos US$300 millones, debido a que ese es el monto que envuelve el negocio. Pero más adelante, desde el Ministerio de Industria y Comercio se manejó otra cifra.
Otro fenómeno que causó estragos al agro fue la extensa sequía que vivió el país, que le dio, por ejemplo, al plátano un récord de precio, cuando se vendía en el segundo semestre entre 15 y 25 pesos y un pico de hasta 30 pesos, y obligó a realizar importaciones que en definitiva dejaron resultados todavía cuestionados por los consumidores.
La sequía dejó ríos y canales secos, plantaciones exterminadas, tierras que sus dueños dejaron ociosas de manera forzosa, y a la mayoría de las presas en un nivel crítico.
El impacto de la sequía se sintió en las ocho regionales en que está dividido el sector agropecuario dominicano, que son: Regional Norte, Regional Sur, Regional Este, Regional Norcentral, Regional Nordeste, Regional Suroeste, Regional Central y la Regional Noroeste.
En el valle agrícola de San Juan, donde el Gobierno trabaja para lograr una transformación, una evaluación realizada hace varios meses indicaba que se habían perdido por efectos del clima unas 3,600 tareas de cebolla, 7,000 de maíz y varios miles de tareas de frutos. El impacto de la escasez de agua se tradujo en una merma superior al 25% de la producción lechera. En Peravia, de manera particular, este año se vieron afectadas o bajo amenaza 22,013 tareas de plátano, 21,980 de guineo, 6,800 de lechosa, 2,240 de yuca, 315 de ají, 600 de habichuela, 1,055 de berenjena, 360 de pepino, 829 de molondrones, 4,065 de aguacate, 34,670 de mango, 6,510 de pastos para animales, y el área de cultivo de cebolla se redujo de 8,000 tareas a unas 1,500 tareas.
En el primer semestre de 2015 el valor agregado de la actividad agropecuaria exhibió un crecimiento de 3.5%, reflejando una desaceleración en comparación con el incremento de 7.1%, registrado en igual período de 2014, de acuerdo con estadísticas del Banco Central. Ese desempeño observado en el sector responde principalmente a la sequía prevaleciente en todo el territorio nacional, conjuntamente con la propagación de plagas y enfermedades, que afectó el rendimiento en la producción de algunos cultivos.
Uno de esos rubros es el limón, que igual como ocurrió con el plátano, implantó un increíble récord en su costo, llegando a ofertarse la unidad entre 15 y 20 pesos, y si usted tenía un poco de suerte quizás lograba comprarlo en 12, en algunos casos.
La sequía no evitó que el Gobierno, vía el Ministerio de Agricultura relanzara Estación Experimental de Juma (Bonao), donde se ha trabajado una parte importante de las variedades de arroz que tiene el país.
Y por otro lado, fue necesario, en un intento por preservar la seguridad alimentaria de la población, frente a la falta de agua para riego, continuar con algunas de las políticas y programas de cooperación en beneficio de los productores, a través de las instituciones del sector. Entre las medidas adoptadas sobresalieron las facilidades de financiamiento, preparación de terrenos, entrega de insumos y de alimentos para el ganado, así como la rehabilitación y limpieza de los canales de riego a nivel nacional, con la finalidad de proveer de agua a los productores y mitigación de los efectos de la sequía.
Los números oficiales sugieren que la producción de tomate experimentó un crecimiento de 15.1%, influenciado en gran medida por los programas de limpieza y rehabilitación de los sistemas de riego ejecutados por el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (Indrih) en las principales zonas productoras del país, entre ellas el Sur.
Las “sorpresas” cayeron a lo extenso del territorio
Si bien las “visita sorpresa” del Presidente tocan otros sectores (se ordena arreglo de carreteras, de escuelas o de hospitales, entre otros) una parte importante ha estado centrada en lo agrícola. El presidente se ha visto este año por San Juan, Monte Plata, Sánchez Ramírez y en Nagua, entre otros puntos. Sin embargo, si se comparan los datos recogidos entre enero y la mitad de diciembre de 2014 con los de igual período de 2015 se advierte un descenso en la cantidad de visitas. En 2014 realizó 32, este año (en el corte citado) 23, según estadísticas del FEDA. Eso pudiera explicarlo el hecho de que el mandatario en los años anteriores prácticamente recorrió el país y hay lugares donde solo se requiere dar seguimiento al caminar de los proyectos que han recibido financiamientos.
