Móviles y tablets cierran el paso a negocios en la RD

En República Dominicana, si bien los aparatos electrónicos -como celulares y tablets- han colocado el mundo a la mano de los usuarios, han ido afectando, y en el peor de los casos, cerrando el cerco a una serie de actividades comerciales.

En República Dominicana, si bien los aparatos electrónicos -como celulares y tablets- han colocado el mundo a la mano de los usuarios, han ido afectando, y en el peor de los casos, cerrando el cerco a una serie de actividades comerciales.Se han afectado los denominados “centros de internet”, que en los distintos pueblos del país por años fueron creciendo como la verdolaga; los negocios de videojuegos, los establecimientos de ventas de computadoras, y en gran medida los cines, los centros de fotografía y las personas que esperan ser contratados por una empresa de servicio.

Con un celular o una tablet, el ciudadano puede actualmente solicitar desde un servicio de taxi a nivel local, sentado en un cómodo sillón de la casa, hasta comprar una simple pulsera que está en China o en Estados Unidos, con solo mover un dedo sobre el aparato en uno o varios minutos.

Son precisamente esas facilidades que ofrece ahora la tecnología las que han ido “sacando de juego” otros renglones del ámbito comercial. Por, ejemplo, cuando los centros de internet comenzaron a instalarse por todos el país, hace varios lustros, era común observarlos llenos de estudiantes que acudían con sus tareas escritas a mano en una hoja de papel para transcribirlas a computadora y a cambio de eso pagaban al dueño del negocio. Esos pagos en muchos casos se hacían en función del tiempo que duraba la persona que realizaba la labor o por páginas transcritas.

Con la tecnología “corriendo” cada vez más rápido, los centros de internet van disminuyendo porque una parte importante de las tareas asignadas por el profesor, el estudiante las resuelve sin tener que moverse de su casa. En algunos casos a lo mejor tendría (si así se lo requieren) que imprimir los documentos para poder presentarlos en físico. En República Dominicana, podría decirse, quedan pocos hogares donde no hay por lo menos un aparato celular. Las cifras del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones no dejan espacio a las dudas.

Hasta el mes de mayo de este año existían 8.4 millones de móviles activos, de los cuales 6.7 millones son prepagos (79.3%) y 1.7 millón son pospago (20.7%), mientras que en total hay activadas 9.7 millones de líneas.

Hasta el año 2010, la República Dominicana contaba con una población de 9.4 millones de habitantes, de acuerdo con el Censo Nacional de Población y Vivienda, realizado por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE).

Cuantificar cuántos centros de internet existían en el pasado y cuántos quedan activos no es tarea fácil, porque tratándose de negocios que surgen y no se registran, no se llevan estadísticas formales. Por lo menos se sabe que el de Edwin Ramírez, ubicado en Herrera, Santo Domingo Oeste, pasa días enteros recibiendo pocos clientes. “Estoy analizando dedicarme a otra cosa. Los muchachos que venían antes de la escuela para realizar sus tareas, cada vez son menos. Están resolviendo de otra forma”, indica.

Otros que no tienen el vuelo de hace años son las salas de videojuegos, especialmente, porque el entretenimiento de los niños está garantizado, en gran medida, con habilitarles una tablet.

Llamada también tableta en muchos lugares, el aparato es una computadora portátil de mayor tamaño que un teléfono inteligente, integrada en una pantalla táctil (sencilla o multitáctil) con la que se interactúa primariamente con los dedos.

¿Un fotógrafo profesional o resuelvo con mi móvil?

El cine y los centros profesionales de fotografía no pueden quedarse fuera de este tema. El negocio de la fotografía profesional no ha sido desplazado totalmente por el uso del celular, pero de alguna manera el aparato le ha reducido fuerza. Probablemente, una persona que desea una foto bien lograda, por un profesional del lente, acudirá a éste sin vacilación, porque sabe que estará en buenas manos. Sin embargo, hay quienes están “resolviendo” el tema de las imágenes de un bautizo o de un cumpleaños, con un teléfono inteligente que posea buena resolución. Antes, eso quedaba a cargo de un fotógrafo comercial.

Los usuarios de teléfonos móviles y/o tabletas pueden utilizar esos aparatos, además, para ver películas.

Cuando una pequeña empresa, como las referidas, deja de operar, a menudo se ven afectados los empleos que giran en torno a ella. Mario Ramón Encarnación aprovecha la conversación telefónica que tuvo con este diario para expresar que “con la dinámica de la tecnología, otro elemento adverso para los que invierten es que un aparato se deprecia rápido, porque llega otro que lo supera”.

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